Basado en el Comunismo implantado en el s. XX en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas por Wladimir Lenin y Iósiv Stalin, que se extendió por los países de Europa del Este, o en el de la China bajo el régimen de Mao Tse-tung, y en nuestra América latina, en Cuba, el Comunismo de los hermanos Fidel y Raúl Castro, el Socialismo Revolucionario del s. XXI, instaurado por el Coronel Hugo Chávez Frías a poco de arribar a la presidencia de la República en 1998 y continuado por su sucesor Nicolás Maduro, no ha dejado de guiarse en constantes visitas a la isla por las prácticas de ese sistema. Inspirados todos esos líderes en la doctrina de los pensadores y activistas revolucionarios Karl Marx y Friedrich Engels, con una retórica incendiaria para acabar con la burguesía y con el sistema capitalista.
Como contrapartida de tales doctrinas, el sistema Comunista se derrumbó por su propio peso en todos esos países y hasta Cuba tuvo que establecer relaciones con los Estados Unidos para poder subsistir, tal ha sido el fracaso de su política económica. Corea del Norte es el último eslabón comunista que se sostiene por una férrea dictadura dinástica, con la secuela de hambre, miseria y opresión característico de esos regímenes. En todos esos países comunistas las colas para comprar alimentos duraban horas y de hambre murieron millones de campesinos sacados de las tierras que fueron confiscadas por esos gobiernos. Así lo testimonian los miles de turistas, periodistas e historiadores que dejaron constancia escrita y visual del descontento de la población y de la manera como se derrumbaron, bien sea al morir los dictadores que oprimían a esos países, o por la sublevación de los ciudadanos sometidos por los ejércitos revolucionarios.
La fórmula para que esto suceda es la misma que hoy repite el gobierno central controlado por el PSUV: el Estado expropia las empresas privadas, controla los precios y restringe las divisas, pasando a ser los dueños de los negocios los funcionarios públicos, a mayor rango mayor poder. No se consigue azúcar, luego de que las 11 centrales azucareras más productivas del país fueron expropiadas. Fedecámaras reporta el cierre de ocho mil empresas debido a las dificultades para producir y a las trabas puestas por el propio gobierno de la revolución, que va para 18 años en el poder. Quieren acabar con la Polar, la multan, le cierran las plantas y hasta costean en la televisión una publicidad negativa en su contra. Por lo tanto, no se consigue harina pan, ni margarina, arroz, pasta y hasta el yogurt subió de precio y está escaso, al igual que la cerveza.
Para paliar la situación de hambre causada por el desabastecimiento, originado por las erradas políticas económicas basadas en la doctrina comunista, nada más absurdo que el Plan de Distribución de Alimentos Casa por Casa de la Gobernación de la entidad, en la que una publicidad pasada de ridícula deja ver a las personas agradecidas por la bolsa de comida que les reparte el Gobernador a precios subsidiados, que se supone que no todos recibirán. Los consumidores de Mercal se quejan porque hay discriminación en la venta de alimentos. Otro gran fraude son los Comités Locales de Abastecimiento y Producción, para regular la venta de comida a los sectores populares. Estos programas absurdos instaurados por el Socialismo Revolucionario del s. XXI, mejor dicho por la réplica del Comunismo, son los que han traído el desabastecimiento, la inflación, la especulación, el hambre y crearon una nueva casta social, la de los bachaqueros.
Valencia, 01 de junio 2016
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