(Cita del Diccionario Enciclopédico Pequeño Larousse 2000).
Inteligentes somos los venezolanos para saber lo que queremos como país, derechos consagrados en la Constitución que están siendo violados impunemente, sin que hayamos logrado sacudirnos el yugo de la opresión comunistoide, corrupta y delincuente, no por falta de combate de la sociedad civil organizada, de los empleados públicos y privados que han perdido sus puestos de trabajo por el cierre de las empresas y de los estudiantes que se han lanzado a la calle con numerosas acciones de protesta cívica, paro petrolero, manifestaciones, diálogo, denuncia ante los organismos internacionales, periodistas y articulistas de prensa, redes sociales que cuelan las informaciones en un mundo globalizado, de tal manera que lo que está sucediendo en Venezuela lo sabe el mundo entero.
Con todo eso, la lucha debe continuar para evitar que el gobierno se perpetúe en el poder, como es su intención. Capitalizar el descontento fortaleciendo un bloque unitario, reiniciar la participación activa de los ciudadanos conscientes de la urgencia de cambiar el modelo sostenido con las dádivas sacadas del erario nacional que el gobierno reparte a su antojo en forma de bonos gratuitos, previa presentación del Carnet de la Patria, ficha indigna de los adeptos a la Revolución, o de quienes se dejan seducir por el engaño sostenido para continuar recibiendo prebendas, cuya contraprestación es la sumisión al poder central.
Es hora de que los venezolanos preocupados por el falso montaje que han instalado en nuestro país quienes lo están saqueando de una manera descarada, repartiendo los bienes públicos en pequeñas porciones que no pasan de los 700 mil bolívares para el pueblo, como tapa de frasco del Estado delincuente, como lo relata el prólogo de Pompeyo Márquez (+) “El Gran Saqueo”, de Carlos Tablante y Marcos Tarre.
Es una solución fácil pretender que las Fuerzas Armadas de Norteamérica van a solucionar el conflicto interno de Venezuela mediante una invasión, se la sociedad civil organizada, apoyada por nuestras propias Fuerzas Armadas y por los líderes políticos de los partidos de la oposición no se unen para acabar con los abusos. La inteligencia ha de servirnos para activar las estrategias adecuadas que nos conduzcan a una salida pacífica y democrática para ir en pos del camino del progreso, la justicia y la paz.
Valencia, 06 de Marzo del 2018.
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