28 octubre 2020

Dictaduras en el eje euroasiático versus democracia


Es curioso analizar de que manera  la mayor parte de los países del eje euroasiático, que desde  la antigüedad  han sufrido las mayores  guerras e invasiones de los pueblos o tribus vecinos,  tienen  hoy en pleno s. XXI  regímenes dictatoriales,  monarquías absolutas o dinastías, en tanto en América y Europa  la democracia ha logrado imponer sus leyes, fijando los períodos constitucionales de los diversos países con elecciones pautadas sometidas a  los procedimientos legales y a la  observación internacional.

Pocos gobiernos en América incumplen esos preceptos, como es el caso de Venezuela que, al no hacerlo, pasan a ser autocracias afianzadas en el eje euroasiático para poder mantenerse en el poder, puesto que la geopolítica traza los intereses globales en una interrelación de fuerzas.  Al igual también, Nicaragua y Cuba con Daniel Ortega y el  fidelismo castro-comunista  se niegan a abrirse a la democracia, en tanto Bolivia celebró en días pasados las elecciones con un resultado favorable al izquierdista Luis Arce, del partido de Evo Morales. Las elecciones en USA están próximas a celebrarse entre los dos partidos Republicano  y Democrático representados por Donald Trump y Joe Biden en una democracia modelo que se somete a elecciones libres cada cuatro años. 

Rusia, Turquía e Irán forman parte del eje euroasiático trazado por Wladimir Putin y tienen al régimen de Nicolás Maduro como uno de sus grandes aliados. La República islámica presidencialista de Irán es una dictadura religiosa de los Ayatolás. El presidente Hasan Rohaní, en un permanente conflicto con USA, insta a desarrollar la cooperación con China y los países vecinos. Las últimas sanciones de Washington aíslan a Irán del sistema financiero internacional. En cuanto a Turquía, el presidente Recep Erdogan busca consolidar a Turquía como una potencia ascendente con implicaciones globales.  

El régimen de  Corea del Norte regido por el presidente Kim Jong-un es una dinastía de 70 años, fundada por su abuelo y su padre. Al régimen le han impuesto sanciones internacionales para forzarlo a renunciar a su programa nuclear, para lo cual se ha reunido con Donald Trump en orden de acordar las bases. Presenciamos actualmente en las noticias internacionales el conflicto planteado en Bielorrusia con el rechazo masivo de la población en contra del  sexto mandato de Alexander Lukashenko, quien envía a las fuerzas de seguridad a reprimir a los manifestantes. En Rusia, el presidente Wladimir Putin tiene una acusación penal por el envenenamiento del líder opositor Navalni, que Putin niega pero los exámenes médicos realizados en Alemania lo confirman.  China es una dictadura comunista, hábilmente abierta al capitalismo empresarial,  cuyo presidente Xi Jinping declaró y fue aceptado su mandato vitalicio.

El jefe de la diplomacia europea Joseph Borrell expresó la crítica situación mundial provocada por las dictaduras que no se someten al orden internacional de respeto a los derechos humanos,  democracia, libertad,  justicia y paz.

Valencia,  28 de octubre del 2020.

09 octubre 2020

Crímenes de lesa humanidad en Venezuela



El presidente {e) de Venezuela Juan Guaidó, en la celebración de la 75  Asamblea General de la ONU, pidió a los representantes de los estados miembros asumir la responsabilidad de proteger al pueblo venezolano de las atrocidades de un régimen criminal, considerando una estrategia que contemple otros escenarios, luego de agotada la vía diplomática.  Ha llegado el momento de acciones oportunas y decisivas –sostuvo firmemente,  pidiéndoles que lean  el informe detallado de la Misión Independiente de Verificación de Hechos, del 23 de septiembre 2020, que recoge los testimonios de la víctimas de torturas sistemáticas y el uso ilegítimo de la fuerza. Hay tráfico de drogas, armas y personas. 

Las denuncias son de tal magnitud, sustentadas con pruebas y verificadas con videos en vivo y en directo, que no actuar es permitir que el latrocinio, el crimen organizado, el narcotráfico, el terrorismo y otros vicios de lesa humanidad continúen desangrando a Venezuela. Las ejecuciones extrajudiciales y las detenciones arbitrarias que mantienen durante tortuosos años a los presos políticos en las cárceles, el Sebin o el Helicoide, como es el caso de los policías metropolitanos,  fueron confirmadas por la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, quien en su pasada visita a nuestro país  no pudo menos que confirmar los hechos. El Secretario de la Organización, Antonio Gutiérrez, se pronunció igualmente preocupado ante tan descarnado informe.    

La dictadura venezolana ocupa una silla en el Consejo de Derechos Humanos  de la Organización. Ellos tratan de aniquilar cualquier voz disidente, cualquier fuerza política contraria.  Ante el demoledor último informe, el pasado 23 de septiembre Nicolas Maduro intervino en una transmisión grabada previamente, desmintiendo los hechos y criticando las sanciones impuestas a Venezuela  por el gobierno de Donald Trump. No es admisible que al representante de un gobierno antidemocrático, violador de los derechos humanos, como lo es Nicolás Maduro, se le preste atención en un caso ampliamente confirmado de crímenes de lesa humanidad.

Las posiciones encontradas entre los países miembros de la ONU, integrados por tantos  grandes y pequeños países con puntos de vista e intereses contrapuestos  que no llegan a un acuerdo sobre qué hacer para que nuestro país retome el cauce democrático, desviado desde comienzos del siglo actual con un discurso demagógico de redención social, ha dificultado el consenso en la toma de decisiones trascendentales, hasta llegar al límite de los abusos ampliamente reportados en el reciente informe. Hoy más que nunca es evidente la necesidad que tiene Venezuela de retomar el hilo constitucional, poniendo fin a tantos vicios y corruptelas. 

Valencia, 09 de octubre del 2020.