18 marzo 2000

Cincuenta años de amistad con la ciudad



Con el objetivo de servirle a Valencia a través de una institución que recogiera iniciativas favorables para la ciudad, nació la Sociedad Amigos de Valencia el 15 de Marzo de 1950. Fue siempre fácil querer a la capital carabobeña, al  menos para tantos nativos y foráneos que han echado raíces en esta tierra prospera y acogedora, leal a la amistad que sus habitantes mantienen con ella, pródiga en recursos y abierta siempre a quienes vienen aquí a sembrar buenos frutos.


Amigo es una palabra que tiene un gran significado de afecto y simpatía. Su voz se refiere a un vinculo transmisor de energías positivas que se cruzan en diferentes direcciones pare producir efectos benéficos Cumplir cincuenta años de amistad con la ciudad es un hecho notorio, característico de una tradición cultural y social digna de individuos tenaces en el cumplimiento de los deberes ciudadanos. A Valencia la quisieron hombres y mujeres de bien que todavía recordamos: Hermógenes López, Jorge Lizarraga, Monseñor Luis Eduardo Henríquez, Salvador Feo La Cruz Arturo Machado, Felipe Herrera Vial, Margarita Stelling, Luisa Galíndez, Fernando Guerra Méndez, Luis Rafael Betancourt, José Regino Peña, Alfredo Célis Pérez, Oscar Romer, entre otros distinguidos coterráneos de la valencianidad.


Hoy la siguen queriendo todos aquellos hombres de empresa que dejan obras para la posteridad, sus intelectuales y políticos que se preocupan por ella, sus artistas, universitarios y profesionales. La quiere con toda el alma mi padre José Rafael Páez Maya, como la quiere también José CIavo López, Marisol Alemán de López, Julio Castillo, Braulio Salazar, Luis Núñez Pérez, Alfredo López Capriles, nombres que nos atrevemos a mencionar al azar, sabiendo que hay tantos que sería imposible enumerar, que han dado su aporte para el engrandecimiento de la patria chica Sabemos que son amigos de Valencia porque aquí han transcurrido sus días y aquí han logrado sus realizaciones, viendo crecer a la ciudad, viviendo sus problemas y sintiendo la dinámica de su progreso.


Para conocer el inicio de la Sociedad Amigos de Valencia hay que remontarse a la proximidad de la fecha  cuatricentenaria de la fundación de Valencia, considerando el decreto de su creación la planificación y estudio de un vasto programa para celebrar tan importante acontecimiento el 25 de Marzo de 1955. El gobernador del estado Carabobo era Ramón Ruiz Miranda, quien reunido en el Salón Legislativo del Capitolio convocó a los delegados de las principales instituciones valencianas con el fin de enrumbar estas fuerzas para estudien las necesidades de la ciudad y aportar a los organismos competentes las soluciones apropiadas Se cumplía de esa manera el propósito de aglutinar las fuerzas vivas de la capital Carabobeña en pro de su desarrollo, tal como lo establecen los estatutos de esta institución.


En el Acta constitutiva, que con tanta amabilidad nos proporcionó Luís Ovalles, miembro directivo y custodio de la Casa Páez que es la sede permanente de la Sociedad Amigos de Valencia, están los nombres de personalidades vinculadas a vastos sectores sociales, culturales y económicos del estado, entre los cuales cabe recordar a su primer Presidente Francisco Alvarado Escorihuela y el Secretario Rafael Saturno Guerra, así como a Eladio Alemán Sucre, Temístocles López, Julio Ramírez Borges, Francisco Ignacio Romero, Luís Felipe López Fraino, Josefina de  Páez Maya, Luis Eduardo Chávez, Carlos Luis Ferrero, y Darío Hoffman. Ellos eran delegados de las instituciones públicas y privadas, culturales y profesionales que hacían vida en la ciudad y su objetivo era defender sus intereses y propender a la conservación de su patrimonio histórico, así como también divulgar sus tradiciones. Desde el principio fue un ente asesor del gobierno del estado Carabobo y de los demás organismos oficiales.


En medio siglo de actividad ininterrumpida, los Amigos de Valencia no han bajado la guardia, solo que los objetivos se confunden con tantos otros organismos que han surgido a la par del progreso de la ciudad. Su actividad principal sigue centrada en hacer un reconocimiento en el día de Valencia a las personas e instituciones que han cumplido una labor para el beneficio colectivo Su poder es moral, mucho más que material, puesto que carece de recursos económicos porque los subsidios que recibe son bajísimos, hasta el punto que sus directivos muchas veces tienen que poner de sus propios bolsillos para poder cumplir con las programaciones.  Los gobiernos regionales deberían prestarle mas atención a los planteamientos que formulan y coadyuvar con ellos en obras de interés social y cultural, para darle verdadera vigencia al estatuto que establece la cooperación entre esta sociedad y los entes públicos.


Repasando con detenimiento algunos de los logros más notables de esta institución, leemos en el libro “El Río Cabriales y su Lago”, de la escritora Virginia Pérez Linares, que la Sociedad Amigos de Valencia tomó parte activa en la creación del Parque Metropolitano, cuando un grupo de distinguidas señoras de Valencia efectuaron gestiones en el año 1952 ante el Ministerio de Agricultura y Cría, para nombrar una comisión compuesta por los doctores Emiliano Azcunes y Carlos Ortega Grarirena, asesoradas por el Ing. Forestal Arturo Trejo encargado de todo lo concerniente al proyecto del parque. También apoyó la construcción del primer edificio del Ateneo de Valencia y la exposición agropecuaria que se organizó en ese mismo año, la cual ha continuado haciéndose anualmente. Pero así como nuestra institución ha favorecido las buenas iniciativas, así también ha protestado las acciones que han perjudicado a la ciudad, tal como el disparate cometido por los concejales que demolieron la sede del antiguo Ayuntamiento ubicado al frente de la Plaza Bolívar y la destrucción progresiva que se ha hecho del casco histórico de Valencia, con la anuencia cómplice de funcionarios inescrupulosos. En un foro cuyo principal exponente fue Oswaldo Feo Caballero manifestó su rechazo a la arbitraria reforma que hizo la Asamblea Legislativa a la Ley de División Político Territorial en el año 1993, con la cual se le arrebataron a Valencia sus parroquias de Naguanagua, Tocuyito, Campo de Carabobo, San Diego y Los Guayos.


Su actual presidenta Subdelia Páez de Sevilla y el equipo que la acompañamos hemos procurado continuar la labor de quienes nos precedieron en los últimos años, recordando la formidable gestión del Dr. Fabián de Jesús Díaz, quien formó la galería de retratos de personajes ilustres de Valencia que enaltecen la biblioteca bolivariana de la Casa Páez, entre quienes se encuentran Andrés Pérez Mujica, Arturo Michelena, María Clemencia Camarón, Enrique Tejera, José Rafael Pocaterra, Luis Blanco Gásperi Luis Taborda y unos cuantos más. No podríamos concluir esta breve reseña sin recordar también la gestión de Federico Monsalve Jaén y de Emilio Granella, a quienes también me tocó acompañar en la directiva, siendo ellos promotores de importantes foros, charlas y Jueves culturales en los que se trataron aspectos de gran significación para el engrandecimiento de Valencia. En cincuenta años de amistad con Valencia los propósitos siguen siendo los mismos, sólo que la ciudad ha crecido y con ello sus necesidades son mayores. Ayer, hoy y mañana la ayuda que los amigos le prestan a la ciudad es incondicional, con la lealtad de quienes la llevan en el corazón.


Publicado en El Carabobeño el 18-03-00