18 agosto 2017

Fotografías impactantes



Veo las fotografías de las madres bañadas en lágrimas por la muerte de sus hijos a manos del hampa, o de los colectivos armados en las más recientes manifestaciones pacíficas de la oposición democrática, y no lo puedo creer.  ¿Cómo es que en mi país, en la Venezuela republicana,  del 2.000 en adelante hemos llegado a esta situación de vandalismo desatado, en el. que la vida humana no vale nada?  Los crímenes son aterradores, ejecutados con saña y a sangre fría, muchas veces por adolescentes armados con pistolas y cuchillos, drogados, indiferentes al dolor ajeno, muchachos sin formación de hogar, ni apego a la sociedad.

El asesinato a comienzos del año de la actriz Mónica Spear y su pareja, en la autopista Puerto Cabello-Valencia y el de los dos religiosos salesianos, en la propia casa Don Bosco, a mediados de febrero, fue perpetrado por jóvenes adolescentes, con el propósito de robar  las pocas pertenencias que tenían esas víctimas. Infames homicidios que dejan ver hasta donde ha llegado el grado de descomposición social en nuestro país. A este cuadro de tragedia, se suma el número de fallecidos en las últimas concentraciones públicas, entre ellas las dos hermosísimas jóvenes valencianas, Génesis Carmona y  Geraldine Moreno.

Los rictus de amargura, los ojos nublados por el llanto, les gestos de desesperación, los estrechos abrazos familiares, aunado a la paciente espera en la morgue para identificar los cadáveres, son escenas desgarradoras de la violencia que impera en Venezuela, reseñadas casi a diario por fotógrafos y periodistas competentes en la profesión de relatar los hechos, cuya veracidad es comprobable en las tomas a color con la más avanzada tecnología digital, que dan testimonio del acontecer nacional, mostrando a nuestro país como uno de  los más inseguros del mundo, con tantos actos fatídicos que conmocionan  a  la  opinión  pública.

¿De que vale que los cuerpos de investigación policial, el CICPC, o la Fiscalía, se activen en hacer las experticias para encontrar a los culpables, si ya no es posible devolverle la vida a las víctimas? ¿Por qué han tenido que esperar el vil asesinato de tantos seres para actuar en defensa de la sociedad? ¿Hasta cuando tanta impunidad? ¿Hasta cuando tantas armas en manos de quienes no tienen los permisos para  portarlas?

En todas estas causas están la falta de valores religiosos, morales, familiares, el discurso violento del lado del oficialismo, la paternidad irresponsable, el tráfico de drogas, la baja escolaridad y deficiencia de espacios deportivos y culturales, para mantener a la juventud con entretenimientos sanos y  a la sociedad libre de tantos males.

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