21 agosto 2017

Una semilla para el cielo



Como la tierra fértil que da frutos abundantes cuando se la cultiva con cariño y siempre mantiene en su interior el germen de la vida,  Elia Ortega de Rodríguez  fue como una semilla que se sembró en Valencia por muchos años, resultando tan fructífero su arraigo en nuestra ciudad, que lo que recibimos de ella nos llenó plenamente.  Fue socia activa del Club de Jardinería Carabobo y allí quedó enraizada su memoria, como una planta de copiosa cosecha  y espeso follaje.   Oriunda de Maracaibo, hizo de Valencia su segunda ciudad y aquí cultivó la amistad, como cuidó las plantas que adornan su jardín  de colores perfumados por la fragancia de las flores.

Escribo estas líneas en nombre de las compañeras del Club de Jardinería “Margarita Stelling” para hacer público el sentimiento de amistad que nos inspiró Elia, por su trato amable y generosidad.  Para representarla con mayor fidelidad, le pedí a algunas de sus amigas más cercanas que me  contaran anécdotas de su vida que la retrataran tal como ellas la conocieron y fue notable la coincidencia de opiniones.

Prestó su ayuda desinteresada a instituciones sociales, como la  Fundación La Alegría de Andar,  que presidió con amor hacia el prójimo minusválido para facilitarle sillas de rueda y andaderas. Presidió también, al lado de su esposo Rodrigo, el Instituto de Audiofonología de Carabobo.  En la Asociación de Ejecutivos carabobeña y en el Hotel Ucaima, del cual fue propietaria,  ejerció una actividad gerencial importante, manteniendo el criterio de ofrecer un buen servicio y atención a los clientes y relacionados.

En el Club de Jardinería Carabobo ocupó puestos directivos, como la vice-presidencia y la tesorería.  Nunca quiso aceptar la presidencia  porque tenía otras obligaciones que la ocupaban y decía que ése era un cargo de dedicación a tiempo completo.  Pero la institución contó siempre con su apoyo, bien sea material cuando se necesitó su colaboración para cumplir compromisos económicos y prestaba   asistencia personal en los eventos en los que se requería su participación, bien sea en el montaje de las exposiciones, en la hospitalidad  a los invitados y en la exhibición de los más hermosos diseños florales,  que realizaba con creatividad y gusto refinado.   Mereció los premios más altos de las exposiciones  certificadas por el  National Council of  State Garden Clubs,  Inc.

Luego de haber cumplido todos los requisitos para ser Juez Acreditado, tales como la aprobación de una serie de cursos y symposiums, el estudio de las instrucciones del Manual para la Exposiciones Florales y la exhibición de un número determinado de muestras de Diseño Floral  y Horticultura,  Elia obtuvo la nominación  arriba señalada y fue nombrada también Directora del Consejo de Jueces en el año 200l.  Se preciaba de ser una persona muy organizada y por ello cumplió con todos los atributos que demandaba su responsabilidad: conocimiento, experiencia y disponibilidad.  Con buen sentido del humor, delegaba  funciones y establecía las normas generales de los programas  que debía seguir, sin apartarse del Manual que es la ley de las exposiciones.

En Horticultura su especialidad fueron las Bromelias, de las que tenía una hermosa colección en el jardín de su casa, en el que  perdurará  su presencia en las inflorescencias de esas llamativas plantas tropicales.  En una de las últimas  exposiciones que presentó con un despliegue de Bromelias,  ganó  la máxima recompensa.   Como ellas,  fue un ser fuerte que  no se dejaba doblegar por los escollos del camino sino que, más bien, los suavizaba con la sensibilidad de las personas amantes de la naturaleza.

Una anécdota simpática que me refirió su amiga  del Club de Jardinería, Ligia de Peña, fue que,  en el nombramiento de un orden floral que se le ocurrió inventar en una tarde de juegos, para clasificar a las compañeras por su temperamento, designó a Elia como Sor Sonrisa, dado su carácter jovial. Una estrofa del Himno del Club de Jardinería Carabobo “Margarita Stelling”  define igualmente su  incorporación  a todas esas actividades relacionadas con las plantas y el diseño floral:

            “La tierra agradecida

              se torna en un vergel

              al verse acariciada

              por manos de mujer”.

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