11 noviembre 2003
Mery Schwarzenberg, una presencia cultural constante
Me complace que la Biblioteca “Manuel Feo La Cruz” y el Grupo Hyalog de las artistas del Vidrio, en ocasión de celebrarse el Día Internacional de la Mujer, me hayan invitado a hablar sobre Mery, porque ella es una amiga a quien quiero y admiro mucho por el entusiasmo que le ha puesto a su vida para hacerse presente en el movimiento cultural de Valencia, animándolo desde hace varias décadas con una activa participación en las instituciones, a las que asiste con puntualidad para darle cauce a sus inquietudes artísticas.
La cultura me da vida – afirma enfáticamente al manifestar su gusto por las exposiciones de artes plásticas, los conciertos y en general los eventos culturales de la ciudad, en los que ella es presencia constante, siempre bienvenida por las simpatías que despierta en todos cuantos la conocemos, verla tan menudita, sin distingos de edad, cumpliendo con las invitaciones que le hacen los artistas, músicos, poetas y amigos que la toman en cuenta para que los acompañe en las diversas presentaciones que diariamente ofrece la ciudad.
Mery es una mujer emblemática, imagen de nuestro Teatro Municipal desde el año l984, cuando se dio inicio a la “Fundación del Teatro Municipal de Valencia”, a la que ella ingresó en representación del Ateneo, siendo actualmente la Directora de Relaciones Institucionales Tanto ha sido su compromiso con esa Fundación, que la Alcaldía de Valencia le rendirá un homenaje precisamente el día de mañana, con motivo también del Día Internacional de la Mujer, dándole su nombre al foyer del Teatro, con lo que su memoria quedará perpetuada en esa sala como un reconocimiento a quien tanto se ha esmerado en estar allí día tras día durante más de 25 años, acompañando las visitas guiadas y prestando especial atención a los estudiantes que con gran interés le hacen preguntas sobre la historia del edificio.
Desde pequeña le gustaba la poesía y era una come-libros, afiliada al Círculo de Lectores. El gusto por el arte ha sido connatural en su familia. Estudió en el Colegio Católico Alemán de Caracas. De profesión Maestra Normalista, fue profesora en el Colegio Nuestra Señora de Lourdes y Sub-Directora en la Escuela Fernando Peñalver, siempre con mucha vocación por los temas educativos y por la producción artística. Sus alumnos la recuerdan con gran cariño y la saludan efusivamente cuando se la encuentran en alguno de esos lugares relacionados con su afición cultural.
Fue Coordinadora de la Orquesta Sinfónica Juvenil de Carabobo desde su fundación en l979 hasta l988. Durante años, ha formado parte de las juntas directivas de importantes instituciones de Valencia, entre ellas el Ateneo, la Sociedad Amigos de Valencia, el Club de Leones, el Instituto de Cultura Hispánica y otras en las que ha prestado su desinteresada colaboración ad honorem. Tanto es así, que el Diario “El Carabobeño”, en su muy leída página anual del 3l de Diciembre “Gente y Eventos” la nombró la “Mujer del Año 2007”.
Aunque nació en San Fernando de Apure en l926, en una hacienda llamada San Isidro, que era el nombre de su abuela paterna, hizo suya la ciudad del Cabriales, residiendo aquí prácticamente toda su vida. De ascendencia austríaca, es una aristocrática dama nieta del Príncipe Frank William Von Schwazenberg Clement, quien llegó a Venezuela en l862, huyendo de una epidemia de cólera que azotaba a Europa en aquella época. Sus padres fueron Federico W. Schwarzenberg Millán y Francisca Borjas de Schwarzenberg, quienes procrearon diez hijos, de los cuales cuatro aún viven.
Como mujer, fue esposa y es madre dilecta de su hijo César, casado con Isabel Fasenda Romero y abuela de dos nietos: Gustavo Adolfo y César Adolfo Jerez Fasenda, a quienes les dedica los días Domingo para salir a almorzar juntos, compartiendo con ellos ese calor de hogar que se nutre del amor familiar fortalecido con otros vínculos afectivos, como lo son su hija Marina Jerez, sus nietos por afecto Luis Daniel y Elimar Orozco Jerez y sus bisnietos Luis Aguiar y Luis Daniel Orozco Guerrero. Deben sentirse ellos muy orgullosos de esa madre y abuela que, queriéndolos con todo su corazón, es sin embargo tan independiente en su vida diaria, sin ser una carga para ellos molestándolos con achaques o reproches, que nunca salen de la boca de Mery, puesto que es una persona positiva que busca siempre el lado bueno de las cosas.
En el área social ha cumplido también una intensa labor colaborando en muchas oportunidades con diversas instituciones educativas y religiosas en el reparto de alimentos, ropa y juguetes a los niños de escasos recursos económicos. En recompensa a esa labor, – admite ella – adquirió muchísimos ahijados en las zonas humildes de Valencia. Cuando le tocó ser presidenta del Club de Leones Valencia Central, repartió andaderas, sillas de rueda y ropa en las visitas que hizo a las Casas Hogar y Asilos de la ciudad.
Homenajes como éste que hoy la Secretaría de Cultura del Gobierno de Carabobo, a través de los Servicios Bibliotecarios y el Grupo Hyalog de las artistas del Vidrio le rinden a Mery, con motivo del Día Internacional de la Mujer, nos llenan a todos de satisfacción porque ella representa la plenitud del ser humano en su condición femenina.
Valencia, publicado en El Carabobeño el 11-11-03.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario