10 agosto 2006

Introducción



A manera de presentar estos Ensayos Periodísticos de mi autoría a lo largo de varios años, publicados muchos de ellos en la prensa escrita y otros en la prensa digital, consideramos oportuno pasarlos al blog que a continuación mostramos a los lectores interesados en los diversos temas tratados. Agradezco la ayuda que en este sentido me prestó mi hija Cora Topel Páez, quien contactó a la joven bloguera Adelaida Romero para efectuar el trabajo.

De igual manera, transcribiré a continuación el texto suscrito por el Dr. César Sosa Marvez para presentar los Ensayos señalados, lo cual agradecí de su parte por cuanto el Dr. Sosa Marvez es un connotado intelectual y profesional valenciano. Considero también oportuno transcribir en páginas siguientes el texto suscrito por mi tío el historiador y periodista Carlos Capriles Ayala, para la presentación de los Ensayos Periodísticos que fueron publicados años atrás.


PRESENTACIÓN DEL DR. CÉSAR SOSA MARVEZ:


María Cora Páez de Topel, o Cora Páez Capriles, como es más conocida, es una mujer inquieta, inquieta no sólo desde el punto de vista físico, -que per se lo es – sino desde el punto de vista intelectual, no en vano lleva en su sangre la ¨tinta¨ de la imprenta, especialmente del periodismo, pues pertenece a una familia que ha dedicado sus energías, su vida, al desarrollo de una actividad que por siglos ha comportado un gran riesgo, cuando la impulsa el ánimo de decir con valentía verdades que no agradan a quienes disfrutan del poder. Ella también 
pertenece a la Academia de la Historia del estado Carabobo, letra “J”.

Pero Cora aúna, a su condición de madre de familia como se dice coloquialmente en Venezuela, el talante de una mujer amante de las letras y del arte. Ella y su esposo, su primo León Topel Capriles, tempranamente fallecido, a la par que un exitoso y emprendedor hombre de negocios era, como ella, un gran conocedor y un apasionado coleccionista de obras pictóricas y escultóricas. Algunos años antes de su prematura muerte, nos brindó junto con Cora, claro está, en los salones del edificio donde tiene su sede el diario ¨El Carabobeño¨, una muestra de su extenso y bien seleccionado conjunto de estas expresiones plásticas de connotados artistas, especialmente venezolanos, guardando para las futuras generaciones este valioso aporte que, al país y al mundo, han dado los artistas, tanto del s. XIX como del XX. Cora ha continuado dando a Valencia esa generosa contribución y hoy, en un inmueble vecino a su hogar, en conjunto con sus tres hijos: Corita, Leyzer León y Yoel concibió un museo, donde los artistas contemporáneos pueden mostrar a esta ciudad y al mundo la expresión de su arte.

Cora Páez Capriles ha publicado por varios años sus artículos en ¨El Carabobeño¨, así como en ¨El Siglo¨ de Maracay y compiló un buen número de ellos en dos tomos, en una prosa ágil y amena, que llevan por título ¨Ensayos Periodísticos, Valencia, Venezuela y el Mundo Contemporáneo¨, Editorial ¨Usted Esta Aquí¨, Publicaciones Capriles. Pero allí no se queda la autora de esta obra, en la cual recoge sus inquietudes ante el palpitar de la ciudad que la vio nacer, sino que como viajera que ha recorrido unos cuantos países, abreva en lo que de historia y cultura tienen las regiones que ha visitado y, como mujer culta, nos ha traído en algunas de sus páginas las vivencias de sus paisajes, de sus monumentos, de sus gentes, de su vida.

Mujer preocupada por esta ciudad, ha formado y continúa formando parte de emblemáticas instituciones valencianas, como la ¨Sociedad Amigos de Valencia¨, en su carácter de Vicepresidenta. Ha sido Presidenta de ese centro de la cultura como es el Ateneo, por dos períodos consecutivos y al mismo tiempo ha sido representante por Venezuela del Primer Congreso Mundial de Mujeres Periodistas, reunido en México en 1969.

Paralelamente, Cora es una amante de la naturaleza. Desde el año 1981 se dedicó al estudio de las plantas y fundó y mantiene un vivero, al que dio el nombre de ¨Peonía¨ una flor que identifica la novela homónima del escritor valenciano J. M. Romero García. No en vano ella es miembro del Club de Jardinería de Carabobo, que tiene su sede en la valenciana y meritoria Fundación ¨Cipriano Jiménez Macías¨.

Que la escritora y periodista Cora Páez de Topel nos haya escogido para prologar su segunda obra, de artículos que fueron publicados en la prensa pero aún no en libros, representa un gran honor que mucho agradecemos. Mujeres como ella merecen el reconocimiento de esta colectividad, pues su preocupación por la cultura, en todos sus ámbitos, dice mucho de cuanto valen las venezolanas y en particular las carabobeñas, que ha dado esta tierra ubérrima en personalidades, que han sido protagonistas de buena parte de la historia de nuestra nación.

CÉSAR SOSA MARVEZ

Valencia, agosto 2006.

15 julio 2006

Los chips en la aldea global



No es posible entender el mundo contemporáneo sin entrar en contacto con los dos modernos artefactos que transformaron las comunicaciones a finales del siglo XX:   las computadoras conectadas a Internet y los teléfonos celulares, herramientas electrónicas que dieron inicio a la mayor revolución tecnológica de los últimos tiempos.  Si en su momento histórico la invención de la imprenta, de la rueda y de la máquina de vapor sacudieron los cimientos de la humanidad para hacerla avanzar, acercando cada vez más a unos con otros, estos aparatos nos conectan hoy con las personas y localidades cercanas o lejanas, sin tener que movernos de lugar.

A través de la pantalla entramos en el espacio de la realidad virtual que podemos ver y oír, pero no tocar,  que aparece cercana, pero no lo está.  Términos como  navegar, mándame un e-mail, te envío un mensaje de texto, dame tu dirección electrónica, repícame,  son hoy comunes entre quienes utilizan los medios citados para comunicarse.  Proliferan en todas las ciudades los ciber-café  y  las ventas de telefonía celular con la incorporación de nuevos usuarios, considerándose que los jóvenes que no aprendan el uso de las computadoras serán en el futuro analfabetas funcionales, tal es la velocidad con la que corre la información  a través de los circuitos integrados de estos innovadores aparatos.  Si bien es cierto que el cerebro humano los inventó y los hace funcionar, también es verdad que su capacidad de guardar la memoria y de recorrer altas velocidades de manera instantánea es superior.

Por estar el hombre de hoy compenetrado con la ciencia y con la tecnología, investigando sus alcances para dominar a la naturaleza y ponerla a su servicio,  se atribuye a un milagro de la técnica todo lo que estos maravillosos aparatos ponen a nuestro alcance, hasta el punto que ya no concebimos el mundo sin ellos.  En nuestro país,  cualquier persona puede comprar un celular, siendo la adquisición de las computadoras más costosas,  pero en cuanto a la educación se refiere, los colegios e institutos educativos están en la obligación de incorporarlas a la enseñanza para que los alumnos puedan adelantar en los estudios.

La sociedad de la información nos arropa con el flujo incesante de noticias, conectándonos globalmente.  En las revistas especializadas se escriben extensos artículos de cómo los chips cambiaron el mundo, abriendo todas las posibilidades de aplicación que ofrece el sistema informático.  Su versatilidad  es de tal magnitud que corre pareja con todo cuanto el hombre ha puesto en práctica hasta hoy,  dominando los más variados   campos del conocimiento.

La llamada inteligencia artificial amplió el campo del intelecto humano hasta límites todavía insospechados, lo que no ha sido óbice para apartarlo de las letras impresas sobre papel, temor infundado que despertaron estas máquinas cuando pasaron a ser objetos imprescindibles en el hogar y en la oficina.

Muchas tareas se pueden ejecutar por medio de las computadoras,  valiéndose de los diferentes programas  y sirviendo la misma máquina de auto ayuda para los operadores que, una vez que aprenden a utilizarla, comienzan a darse cuenta de todas sus aplicaciones y de que su operatividad o manejo  es relativamente fácil,   pese a su complejo funcionamiento.  Ventaja ésta adicional al milagro de la técnica que está todavía por revelarnos insospechadas posibilidades.  La cibernética se democratiza, adentrándonos en una era en donde se impondrán   las comunidades virtuales como una fuerza de cohesión social.  La oficina móvil se ha generalizado gracias al uso de los equipos portátiles a que hacemos referencia.  Todo esto sin ahondar en las aplicaciones prácticas que tienen las computadoras para explorar internamente el cuerpo humano, entrando en el terreno de la Medicina.

Para repasar un poco la historia de tan fantásticas invenciones, leemos que primero se gestaron las autopistas de la información desde hace unos 40 años atrás, manteniéndose oculto el desarrollo del proyecto hasta el perfeccionamiento de la red de redes.  En plena Guerra Fría, con el objeto de promover la investigación y el perfeccionamiento de nuevas tecnologías para la defensa nacional, el presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, Dwight D. Eisenhower creó la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada – siglas en Inglés – ARPA.  A partir de allí prestigiosos profesores e investigadores de las universidades e institutos norteamericanos y británicos  se propusieron  crear una gran red mundial de computadoras para tratar de amplificar el intelecto humano, siguiendo la idea de trabajar con paquetes de información durante los procesos de transmisión.

Es a partir de l967 que se inicia la creación de una red de computadoras no centralizadas. En septiembre de l969 se unen las grandes computadoras de las 4 más famosas universidades de los Estados Unidos, formando la red del ARPA. El perfeccionamiento de los equipos informáticos ha hecho posible reducir las dimensiones físicas de estas máquinas con velocidades cada vez más altas, sofisticados dispositivos y mayor poder de operatividad. En cuanto a los teléfonos celulares, el portátil de mano fue introducido en  l984 como uno de los productos más innovadores jamás desarrollado.

15 febrero 2006

Recuperar la Democracia



Devolverle al pueblo venezolano la confianza en unas elecciones transparentes es un reto que tienen ante sí los partidos políticos y la sociedad civil organizada en torno a la búsqueda de la unidad para lograr un bloque opositor capaz de generar una reacción en el electorado que lo motive a ir a votar en las próximas elecciones presidenciales de diciembre. Esa motivación tiene que partir de la base de que no le van a trampear el voto y de que la dirigencia opositora le brinde credibilidad.

Dos factores fundamentales que tienen que estar en concordancia para recuperar la democracia: confianza y credibilidad. Para ello es imprescindible la presión que hay que ejercer sobre el CNE para cambiar la directiva por una que represente la pluralidad,  lograr la depuración del REP y el conteo manual. Como también es básico que aparezca en el escenario político un candidato que despierte emociones en el electorado, que hable claro,  con un mensaje que le llegue al pueblo y que él mismo se mueva en torno a su candidatura, apoyado por supuesto por las fuerzas políticas que lo van a respaldar.

Este es un país presidencialista, por lo que la gente quiere desde ya ver a los posibles candidatos, para ir descartando a quienes no les parecen confiables, de manera que el perfil del líder que va a batirse en las próximas elecciones se vaya definiendo con fuerza propia. En cualquier organización debe existir la cabeza que la dirija, el principal responsable.  Es tonto pretender que primero van a cambiarse las reglas en el CNE antes de entrar en el juego electoral. Un candidato convencido de su triunfo va a proponer eso mismo en su campaña y ello será la punta de lanza de su candidatura. La gente lo va a respaldar, toda esa masa de millones de venezolanos que se abstuvieron de ir a votar el 4-D por la ilegitimidad del CNE.

Hay que evitar la tercera reelección presidencial, puesto que el destino de Venezuela es incierto de seguir  por la senda del autócrata  vociferante que nos está empujando por el callejón  ideológico del dictador Castro, sin que muestre el más mínimo temor por las represalias de parte de la potencia norteamericana, contra la que arremete verbalmente cada vez que abre la boca, incitando a la guerra por medio de una provocación irresponsable, o en el menor de los casos, a una ruptura de relaciones comerciales que en nada nos beneficiarían. Ese antiimperialismo virulento lo lleva a alinearse con Irán, con Corea del Norte y con Cuba,  sin tomar en cuenta la voluntad del pueblo venezolano de relacionarse pacíficamente con países democráticos y prósperos que nos brinden beneficios comerciales e intercambios culturales favorables.

Recuperar la democracia exige sacrificios que tenemos que estar dispuestos a hacer si queremos que el país retome el rumbo de la alternabilidad de los partidos políticos con la escogencia de personalidades capaces de representar a Venezuela nacional e internacionalmente. Hay que analizar las causas de la derrota, buscar los consensos, aglutinar voluntades, encontrarse con el pueblo.  La escogencia del candidato único estará determinada por su poder de convocatoria. Un candidato con el perfil del gerente que debe tener quien aspire a dirigir con éxito a un conglomerado humano.

Un líder que avive el sentimiento patrio, como lo fueron en su momento histórico Rómulo Betancourt, Carlos Andrés Pérez, Rafael Caldera y el propio Chávez, desgastados posteriormente esos dirigentes en el ejercicio del poder que de manera natural debe alternarse para que no se corrompa, como generalmente ocurre cuando los mandatos se prolongan por tiempo indefinido. Buscar la unidad para salirle al paso a la pretensión del presidente Chávez de gobernar hasta el 203l, porque con esa conducta muestra un deseo injustificado de permanencia antidemocrática y egocentrista que creíamos haber superado.

El Carabobeño, 15-02-2006