14 noviembre 1996

Acción voluntaria de hospitales



Escribo estas líneas animada por el grupo directivo de Acción Voluntaria de Hospitales, entre ellas la Presidenta Luz Marín de Bagur la Vicepresidenta María Carlota Carbonell y la Sra. Mercedes Graffe, damas entregadas en alma y vida a esa gran labor de ayuda humanitaria y los pacientes del Hospital, hoy llamado Dr. Enrique Tejera. Nos dicen ellas que también su acción social se extiende hacia los núcleos de Bejuma y Puerto Cabello, así como del Anticanceroso ubicado en la Navas Spínola. Ellas, las Damas Azules que han ayudado tanta a su causa noble de la salud, piden ahora ayuda material para concluir su sede en la calle Independencia, a media cuadra de 1a Avenida Fernando Figueredo.

En un folleto descriptivo, leemos que Acción Voluntaria de Hospitales es una asociación privada, sin fines de lucro, que presta ayuda voluntaria a las instituciones hospitalarias en todo lo relativo a la atención integral del paciente, esencialmente en los aspectos afectivos, culturales y recreativos. Su labor no interfiere en ningún caso con la del médico ni con la del personal de los centros asistenciales, cumpliendo actividades y servicios, tales como: Alimentación de niños pequeños y personas impedidas, baño de quemados, traslado de los pacientes en los servicios internos y externos, solicitud de servicios religiosos y asistencia moral a los pacientes, secretaría y envío de correspondencia, información a visitantes, suministro de ropas, alfabetización, laborterapia en cama. Por si esto fuera poco, ellas prestan otros servicios por grupos, como celebración de cumpleaños de niños hospitalizados, piñatas, recreación dirigida, así como colaboran con el hospital en introducción de los pacientes a la consulta externa, cooperación con los médicos en asistencia dietética y en la preparación del material para las curas, o en vacunaciones masivas y en campanas extraordinarias. Otras ayudas son de donación de canastillas, ropero, juguetes, lencería, útiles para el aseo personal y hasta dotación de mobiliario y equipos en ciertas salas que ellas logran completar mediante la solicitud de donativos por parte de empresas y particulares.

Toda esta amplia actividad de asistencia social la han venido desplegando estas Damas Azules a lo largo de 25 años, desde 1975 en que fue fundada la filial de Valencia, cuando se realizó el primer curso de voluntarias, al que asistieron para la fecha 150 personas deseosas de brindar ayuda a los enfermos hospitalizados. A partir de entonces, la asociación está formada por una legión de mujeres que cuentan sus servicios por horas de trabajo en favor de los enfermos, llegando a sumar casi 300.000 horas. Este gesto nos hace ver que hay desprendimiento y deseos de servir a los demás con esa mística que sale del corazón, sin esperar recibir otra recompensa que la satisfacción de la ayuda humanitaria por el bien mismo, tal como una madre lo hace con sus hijos con el instinto maternal de la conservación de la especie humana, viendo en la sonrisa de cada niño cuidado por ellas y en el alivio de tantos hombres y mujeres socorridos con su ternura la retribución moral de la alegría compartida. Porque son los hospitales uno de los sitios en los que el dolor físico lacera más, cuando el cuerno flaquea y las enfermedades o los accidentes quiebran el ánimo. Si nuestros hospitales carecen de recursos económicos y la crisis social los golpea, son precisamente los más necesitados los que más sufren. Es entonces cuando la labor que llevan a cabo esas Damas Azules llega a lo más profundo del alma.

Estas Damas andan en estos tiempos muy apuradas, tratando de obtener ayuda de parte de los organismos gubernamentales de Valencia, de las empresas y particulares, para lograr concluir su seda, que con mucho empeño comenzaron a levantar y a la que le falta poco para poder entrar en servicio para la comunidad. ¿Por qué una sede ‑se preguntarán muchos si su labor es en el Hospital? Pues bien, la sede es la que les va a permitir centralizar sus actividades, entrevistar a las nuevas voluntarias, dar los cursos básicos de entrenamiento en las distintas áreas de asistencia social, reunir el material recabado en las donaciones y, en fin, tener un sitio más accesible donde relacionarse con la comunidad. En esa sede también va a funcionar la recién creada Asociación de Alzheimer Carabobo, para ofrecer ayuda a los enfermas de este mal que afecte las células del cerebro.

La mayor ayuda la esperan conseguir de Parte del Ejecutivo Regional organismo que en el año 1993 les dio una partida de tan solo 3 millones de bolívares. En cuanto a la Alcaldía de Valencia, la donación fue de millón y medio de bolívares. La preocupación de estas Damas Azules es que faltan once millones pera concluir la obra con todos los acabados y ese dinero se ha puesto difícil, porque ambos organismos no agilizan su intervención para que los trabajos no tengan que paralizarse por falta de recursos económicas. Siendo INSALUD y la reconstrucción física del Hospital Dr. Enrique Tejera un logro del Gobierno de la Descentralización, la Acción Voluntaria de Hospitales, que tiene tantos años de servicio en ese centro, merece también una acción generosa de parte del Gobierno de Carabobo, para poder continuar prestando ayuda a los pacientes hospitalizados.

Nos permitimos en este breve artículo dar el teléfono de la oficina en el Hospital para  mayor información: 311355 y 585021.

Publicado en El Carabobeño el día 14-11-96

06 septiembre 1996

Una ordenanza para el Centro de Valencia



Ante la mirada indiferente de la ciudadanía y con tan sólo unas cuantas voces de alarma que se levantan de cuando en cuando para alertar sobre la progresiva destrucción del centro de Valencia, alza su voz el periodista Alfredo Fermín, a través de su columna Hoy y Después en Valencia, para denunciar cómo han ido socavando las bases de las antiguas casonas, desde adentro hacia afuera para que no se vea la demolición sino cuando ya esté hecho, dejándolas reducidas sólo a escombros y al terreno, para construir en ellos locales o centros comerciales tal como ha sucedido en gran parte del centro de la ciudad.

Ante esta situación, la gente no dice nada, nadie protesta, clama preocupado Fermín y le contesta el amigo Carlos Cruz en defensa de las instituciones que luchan por la ciudad. Sumándome a estas dos opiniones, que estoy segura serán también compartidas por muchos, creo que ambos columnistas tienen razón en abordar esta materia, puesto que la destrucción que se le está haciendo al casco central de Valencia debe ser objeto de revisión por parte de todos los que manifestamos querer y respetar su tradición.

Si tomamos en cuenta que el centro de la ciudad representa su origen, a partir del cual nació y se fue formando, según palabras de ese otro gran cronista que es Oswaldo Feo Caballero en su libro “Crónicas Valencianas“: “Como tablero de demás se va trazando el pueblo. Los ranchos de bahareque van cediendo el sitio a las casonas de estilo andaluz con sus amplios patios rodeados de espaciosos corredores que dan ,acceso a las habitaciones de sus dueños“. Y sigue diciendo: “En torno cae la Plaza Mayor surge la Casa del Cabildo, la Iglesia y las viviendas de sus más ilustres pobladores”.

El estilo de casa y el trazado de las calles que representa nuestro pasado colonial español no volverá a repetirse, puesto que el hecho social que le dio origen fue único en su momento histórico, por lo que constituyen un. patrimonio cultural de un valor irrecuperable, si se llegare a perder. Esto es fácilmente comprobable cuando vemos la ciudad desde otros ángulos que no son el centro y nos damos cuenta que es distinta la arquitectura de las casas, las calles son más amplias y la configuración de las cuadras es diferente o, para decirlo en otros términos, es más moderna.

Muchas han sido las casas que han sido derribadas en e1 centro de la ciudad e incluso se cometió la barbaridad de tumbar la sede del Ayuntamiento en la Plaza Bolívar, así como se destruyó el viejo Mercado Principal a una cuadra de la Plaza. El terreno en donde estaba el antiguo Cine Tropical quedó convertido en un estacionamiento descampado y, al leer los libros de nuestros cronistas, vemos cómo muchas de las tiendas de hoy eran antes hermosas casonas que albergaban a honorables familias valencianas. Esta situación ha traído como consecuencia que la ciudad ha ido perdiendo su identidad, convirtiéndose en una urbe sin pasado y esto es grave para las futuras generaciones puesto que, de seguir acabando con nuestro patrimonio, nuestros hijos van a quedarse sin historia que contar.

Y, si tomamos en cuenta que Valencia fue dos veces capital de la República, cuando se reunieron en esta capital los Congresos de 1812 y de 1830 y que fue en nuestro suelo que se selló la independencia do Venezuela, vemos que sí tenemos un puesto importante en la historia patria y que Valencia es una ciudad de raigambre histórica, con antiguas casonas que atestiguan su pasado, como lo son la Casa Páez, la Casa Celis y la Casa de la Estrella, pero que, si continuamos permitiendo el ritmo actual de destrucción del casco colonial, van a quedar aisladas entre el montón de locales comerciales que han ido invadiendo el centro de la ciudad, haciéndolo ver más como un mercado persa que como una antigua zona colonial.

Hacemos con estas líneas un llamado al Alcalde de Valencia, Sr. Paco Cabrera y a los Concejales que nos representan para que redacten y aprueben una Ordenanza que proteja el casco histórico de Violencia, congelando los terrenos en unas cinco cuadras hacia los cuatro puntos cardinales a partir de la Plaza Bolívar. Si es importante el problema de los buhoneros, que han invadido el centro ele la ciudad con el comercio informal y hay que reglamentario, el deterioro y progresiva destrucción de la ciudad vieja lo os más todavía y podríamos incluso afirmar que uno es consecuencia de lo otro, puesto que en medio del desorden de la falta de autoridad prosperan todas las formas de atropello.

Publicado en El Carabobeño el día 6-09-96

30 julio 1996

Un mundo cambiante



Viajar ha sido siempre una de las maneras mas atrayentes de adquirir cultura, al entrar en contacto con otras formas de vida, con otras razas o nacionalidades y países diferentes, de ahí que el ser humano anda en un continuo traspaso de fronteras para ensanchar la visión del mundo y abrirse ante nuevos paisajes poblados de seres que se desenvuelven de modos distintos a los del viajero que busca ampliar el horizonte.

Al arribar a un nuevo puerto, todo comienza a cambiar. Las palabras se traducen de inmediato al idioma local o a la manera peculiar de explicar las cosas en el territorio que se visita. La moneda es diferente y es probable que al entrar haya que hacer ciertos trámites, bien sea pasaporte, visa o tarjeta de llegada. Se inicia a partir del arribo el proceso de adaptación que hace que el visitante se interese por todo cuanto lo rodea, en tanto se va desenvolviendo en el nuevo ambiente. Se aviva la curiosidad que resalta lo novedoso de las costumbres, los rasgos humanos, los acentos y todo es interesante para aquel que se aventura por nuevos parajes, revelándose las diversas regiones en sus manifestaciones particulares.

Viajar con ánimo de conocer el mundo es ampliar el panorama visual y comprender en su vasta dimensión el dinamismo del paso del hombre por la tierra. Porque es su acción, mas que ningún otro factor, lo que hace girar el curso de los acontecimientos para ir adaptándolos a las exigencias de las sociedades en proceso de transformación. Cambia el mundo constantemente  por la acción del hombre que lo impulsa. Un pueblo somete a otro y sobre sus ruinas construye una nueva ciudad. Invasiones, guerras, éxodo, esclavitud, tiranías, gestas liberadoras y periodos de paz se escudan en lideres, héroes y revolucionarios que quedan inmortalizados en las paginas de la historia y en las estatuas y monumentos que representan para la posteridad imágenes magnificas, o admirables cuadros que exhiben los museos del mundo como joyas pictóricas realizadas por los mas afamados artistas. Para ver de cerca esas grandes figuras y poder acercarse a los palacios, castillos, ruinas de ciudades desaparecidas, museos y galerías se desplazan continuamente cientos de miles de turistas en un afán insaciable de repasar  en sus escenarios originales los sucesos y personajes que han realizado hazañas dignas de perpetuarse en la memoria de las naciones.

En los países del Mediterráneo y del Medio oriente las piedras hablan por si solas de derrotas y victorias, reviviendo los orígenes de la civilización occidental con el imperio Romano y el surgimiento del Cristianismo como acontecimientos de honda significación universal. La historia de Europa es tan rica que en todas las ciudades se conservan monumentos, estatuas y tesoros que guardan los secretos de gestas memorables y de cortes de gran esplendor. Otros países muestran el desarrollo de culturas desaparecidas, como las antiguas civilizaciones Inca, Maya y Azteca en Centro y Sur América, o el de épocas de gran vitalidad, como la de los faraones en Egipto con sus tumbas, pirámides y figuras sagradas, o la de las poderosas Dinastías chinas  que dejaron valiosas obras en pergamino y en cerámica. Las herramientas y los utensilios que el hombre ha usado desde muy remotas edades, la técnica que se ha empleado para progresar y el arte que le ha permitido expresarse se exhiben en los museos del mundo para que los visitantes se aproximen a épocas que les son lejanas en el tiempo, pero cercanas en la memoria grabada a través de los libros, fotografías y videos, maravillándose el turista al poder descifrar  tantos misterio.  Otros museos muestran los documentos, manuscritos, grabados y archivos de hechos fundamentales. Las Cruzadas, la Edad Media, el renacimiento, la Conquista de América, las Guerras Napoleónicas, las dictaduras soviéticas, el Nazismo y las Nuevas Republicas, todas han dejado paginas inmortales en la historia de los países que fueron centro de esas grandes convulsiones sociales, que luego recogen las instituciones y personas especializadas en preservar su memoria. Historiadores acuciosos y celosos defensores de la nacionalidad han guardado los Archivos de Indias, las Actas de Independencia, la Firma de los Tratados y de los Armisticios, para que el visitante interprete el sentido de la historia. El turista ávido de conocer se remonta al pasado, dándole la sensación de gran trascendencia el acercar a épocas lejanas de frente al presente.

El país que se visita ofrece nuevos atractivos y sus gobernantes aparecen en las paginas de los periódicos locales o en las pantallas de televisión, son tema de conversación en la calle los sucesos actuales y el sentimiento colectivo se palpa en los numerosos diálogos que se entrecruzan entre el visitante extranjero y los lugareños. Se suscitan las preguntas y se observan las costumbres y la manera de actuar particular de cada región.

El intercambio cultural se produce cuando el visitante se integra a la nueva realidad. Es el hombre como eterno peregrino la pieza fundamental que hace girar la rueda de la historia para retornar finalmente en busca de si mismo.

Publicado en El Carabobeño el 30-07-96

05 julio 1996

Los árboles de la Ciudad



Los árboles en la ciudad cumplen básicamente una función ornamental v purificadora del ambiente, embelleciendo la naturaleza con sus vistosos follajes ondeando al viento, hojas, flores, frutos, espigas y sus varias ramificaciones que enriquecen la tierra, dan sombra y ponen notas de armonía que recrean la vista y suavizan la temperatura. Bien plantados, los árboles son uno de los elementos vitales en la relación del hombre con el medio ambiente. Hay árboles emblemáticos que dan su nombre a avenidas y urbanizaciones, como Las Acacias en nuestra ciudad de Valencia y las calles de una zona del Trigal que se llaman Los Mijaos Los Pilones, Los Cañafistolos y años atrás a una amplia cava de la Avenida Bolívar se la denominaba Los Camorucos, por estar ese árbol de gran porte sembrado a todo lo largo de ella.

Venezuela es rica en variedades arbóreas, unas dan flores‑ otras frutos comestibles, madera, resinas, semillas con diferentes propiedades, hojas que con su follaje forman, extensas copas de diferentes tomas: Paraguas, pirámide, redonda. Los árboles que se siembran en las calles y avenidas de la ciudad deben tener ciertas características especiales. No deben ser demasiado altos, puesto que el espacio no es tan amplio, por lo que un máximo de 8 a 10 metros es recomendable, evitando así que sus raíces se enreden en los cables y postes de la calle. No deben sembrarse árboles frutales en lugares encementados, puestos que los muchachos les tiran piedras para coger los frutos y estos, al caer, ensucian el pavimento. Asimismo, deben sembrarse especies de follaje perenne o al menos anual, para que no echen mucha basura al piso. Igualmente, árboles con el sistema radicular profundo para que las raíces busquen sus nutrientes en la tierra, sin tener que levantar el pavimento, cuando estos se encierran en pequeños huecos rodeadas de cemento. No se les deben pintar los troncos, parque no hay ninguna justificación para ello, ni mucho ufanos clavarlos con letreros y avisos.

Otro aspecto importante que debe Contarse en cuenta a la hora de sembrar árboles en la ciudad es que deben escogerse variedades resistentes a 1a segura, de poco mantenimiento v de interno follaje, para que provean de sombra y fiasco los espacios de por si contaminados por los gases de los vehículos y loe residuos industriales. Los árboles deben crecer de forma natural y en este caso cabe alertar que en Valencia, y quizás en otras ciudades de Venezuela, se está abusando de la siembra del árbol “Ficus Benjamina” y “Fícus Laurel” calles y avenidas; Podándolo a menudo para que no alcance el gran crecimiento que desarrolla dándoles formas redondeadas v cuadradas que le hacen perder su belleza original y, sobre todo, se pierde la vistosidad del follaje. En un principio era muy lindo ver tantos ‑Ficus” redonditos, pero creo que se está exagerando con la siembra de esta especie. Todos estos aspectos deberían tomarlo en cuenta constructores, urbanistas, paisajistas. Arquitectos e ingenieros municipales para los futuros desarrollos, porque la ciudad es más o menos hermosa según lo sean también sus creas verdes v su naturaleza.

Que falta nos hacen las Jornadas Ambientales, tal cauto la que organizó el club de Jardinería Carabobo “Margarita Stelling”, junto con IAM CORENA, el año pasado, en les que se trataron indos estos temas de “Valencia y sus Zonas Verdes” con amplitud cae conocimientos y personas calificadas. Otras jornadas interesantes realizadas en años anteriores fueron las de la Fundación Ambiental “Francisco Tamayo”. El conocimiento de los árboles y su debido mantenimiento evitaría esas horribles mutilaciones de sus minas y troncos que efectúan los macheteros que envía CADAFE y los Concejos Municipales cuando, por causas ya enumeradas de haber sido plantados en sitios estrechos, tropiezan con los muros o cables de la calle, rompen tuberías o levantan aceras, porque simplemente, cuando se sembraron no se pensó a futuro, ni se escogieron los árboles adecuados para determinados espacios. La arboleda de una ciudad debe estar en armonía con el medio ambiente, debe contribuir junto con los otros elementos naturales a la calidad de vida de los habitantes de la urbe.

Los Concejos Municipales deberían rescatar aquellos viveros especializados en variedades autóctonas propias para nuestras ciudades o, en todo caso, contratar con viveros especializados. Deberían tener personal capacitado mi poda y mantenimiento de áreas verdes. El anterior IAM CORENA, hoy convertido en IMA, deberla vigilar que se cumplan las leyes del ambiente, para que nuestra ciudad recobre el verdor de épocas pasadas, fresca y hermosa en su naturaleza tropical.

Publicado en El Carabobeño el 05-07-96

14 junio 1996

Washington en primavera



A mi hija Cora quien con sus estudios

representa el futuro de una generación.


Una visita a Washinqton, D. C. es siempre una experiencia gratificante. La ciudad tiene un aire de señorío en su alto rango de capital nacional, majestuosa en el porte de sus monumentos y edificios de estilo neoclásico, amplia y fácil de circular en la planificada distribución de las avenidas, entre ellas la Pennsylvania, Massachusetts, Connecticut, calles y aceras que forman una red vial bien articulada, rigurosa en la ordenanza que no permite en el centro edificaciones de mayor altura de la del Capitolio, lo que hace que la metrópolis conserve una fisonomía agradable a la vista, armónica, monumental, con el río Potomac como un gran espejo que refleja el brillo blanquecino de sus principales construcciones, parques y puentes de arcos que lo circunden y atraviesan, proyectándose hacia los estados vecinos, Maryland y Virginia.

Washington no es una ciudad alegre. Es más bien formal y para muchos hasta un poco aburrida, si se piensa en ella como punto de diversión. Sin embargo, la capital norteamericana bulle de actividad y la visitan gentes de todas partes del mundo, calculándose una población flotante de unos 18 millones de personas en viajes de paseo, educativos, de negocios y, particularmente, políticos y diplomáticos. En primavera la capital cobra una animación considerable con decenas de miles de visitantes recorriendo sus hermosos parques, monumentos y avenidas. Esta Primavera 96, como en las del pasado, sucesos importantes acaecidos en este metrópolis mueven a la nación. El Senador Robert Dole, del Partido Republicano, deja el Congreso después de 35 años para lanzarse a la campaña presidencial, en una contienda con su opositor, Bill Clinton, que se anticipa será de mucha agresividad. El alto jefe de la Marina, Jeremy Boorda, herido en su honor militar se suicida, porque una prensa inquisidora le cuestionó sus condecoraciones de guerra, inmolando con este acto su vida y la dignificación de las fuerzas navales de su país. Una escritora, Mery Pipher, se reúne con 900 padres de familia y con jóvenes, al frente de la Catedral Nacional, para firmar ejemplares de su último best‑seller sobre los adolescentes y la vida familiar. Se discute en el Congreso el aumento del salario mínimo de $1.50 la hora a $5.25 y la reforma del Sistema Nacional de Salud.

La historia de Washington, D.C. está íntimamente relacionada con la formación de la nación norteamericana. En el año 1790 el Congreso de los Estados Unidos aprobó que la capital se estableciera a orillas del río Potomac, a lo largo del borde de los estados Maryland y Virginia. Su nombre se debe al primer presidente y el Distrito Columbia fue nombrado por Cristóbal Colón. El gobierno federal se mudó a la capital en el año 1800. Desde entonces, ha jugado un papel principal en el equilibrio de poderes, no sólo nacional sino internacional, por ser la sede del gobierno federal, de las embajadas de mas de 110 países, de organismos financieros internacionales de asociaciones públicas y privadas, educativas, culturales y sociales.

Esa condición de ser la sede del gobierno de uno de los países mas influyentes del mundo moderno hace que el turista, al llegar, quiera ver la Casa Blanca y con un poco de suerte también pueda ver asomarse al presidente Clinton, como lo hicieran en el pasado los 41 expresidentes que vivieron en la residencia oficial desde que se inauguró en 1800. Pasar al frente de la mansión ejecutiva es uno de los atractivos que ofrece la capital norteamericana el turista que la visita por primera vez y, si dispone de tiempo ocioso, hacer una larga cola para ver el interior de sus habitaciones y salas abiertas el público. Ese misma condición la hace también foco de agitación cívica y política. Es frecuente ver una concentración el frente de la Casa Blanca, temporalmente cerrado el tráfico de vehículos por la Avenida Pennsylvania por medidas de seguridad tomadas después de la explosión terrorista de Oklahoma. Los derechos civiles, el desarme nuclear, el medio ambiente, los presupuestos y los gastos, los candidatos de los partidos, los acuerdos nacionales o internacionales, todo se debate no sólo en el Congreso sino también al frente de la Casa Blanca, o de uno de loa principales edificios de gobierno, en una clara demostración de la libertad de expresión propia del régimen democrático que pregona la nacida como un valor esencial.

En cuanto a la vida cultural se refiere, la Institución Smithsonian representa el complejo de museos más grande del mundo dedicado a la educación pública y el servicio y escolaridad en las artes, la ciencia y la historia. El Smithsonian fue fundado en los Estados Unidos en 1815 con fondos donados a la nación por un científico inglés, James Smithson. Jade y bronces de la China, plata antigua de Irán, manuscritos persas, máscaras africanas, obras de arte y decenas de miles de artefactos relacionados con la ciencia, la historia y la tecnología pueden verse en los museos del Smithsonian.

Los turistas cargados con cámaras fotográficas y de video no cesan de llegar. El tiempo no ha estado bueno. Un frío prolongado, poco sol y mucha lluvia han retardado el florecer de los cerezos japoneses plantados a orillas del Potomac.

Publicado en El Carabobeño el 14-06-96

17 febrero 1996

El Papa peregrino



Con ocasión de la visita del Papa Juan Pablo II a Venezuela, el próximo 9 al 11 de febrero, es oportuno un comentario acerca de sus dos recientes libros “Cruzando el Umbral de la Esperanza” y “queridísimos jóvenes”, dirigidos ambos al anuncio de una nueva Evangelización que el Papa proclama en sus múltiples viajes a diferentes puntos de la tierra. Peregrino infatigable, es la segunda vez que el Papa Juan Pablo II nos visita, en esta ocasión para inaugurar el Santuario de Nuestra Señora de Coromoto, en Guanare. Es un honor para nuestro país recibir al más alto dignatario de la Iglesia Católica y motivo más que suficiente para avivar en nosotros los preceptos de la fe cristiana.

La misión de este hombre singular en las postrimerías del s. XX es de un valor moral básico, puesto que el “Amaos los unos a los otros” es el mandamiento milagroso en su máxima sencillez para resolver los conflictos humanos. Su Santidad Juan Pablo II recorre el mundo entero llevando el mensaje puro del amor fraterno, de la Paz entre los pueblos y de la justicia social, enfocados bajo la doctrine de la iglesia y del humanismo cristiano. Cuando al Papa habla de la Nueva Evangelización invita a quienes lo escuchan a una búsqueda sincera de Dios y a una recta intención en los actos de la vida diaria, tratando de que el ser humano se perfeccione desde lo interno. En nuestras días la Iglesia tiene un papel activo, tanto en las comunidades como en procura de la renovación del ser interior de cada hombre, no solamente desde el punto de vista religioso, sino también moral. En este sentido la Iglesia Católica es ecuménica, porque sus postulados son universales y tratan de llegar a lo más profundo del hombre, para que este se perfeccione en su tránsito temporal por la tierra.

Las páginas del libro “Cruzando al Umbral de la Esperanza” están basadas en una entrevista que con su puño y letra escribió el Papa para contestar una serie de preguntas que le hiciera el editor italiano Vittorio Nassori. En el prólogo comenta el editor que el Papa escribe personalmente cada homilía, cada explicación directa del Evangelio en cada misa que el celebra. El libro “Queridísimos jóvenes” es una proposición a la juventud para un mejor porvenir. “A vosotros, jóvenes, os pertenece el futuro”. A las puertas del tercer milenio, el Papa se adelanta con un mensaje de optimismo para la que habrá de venir y deposita su confianza en las nuevas generaciones enriqueciéndolas con la palabra de Dios.

Son muchas las interrogantes que se abren ante los insondables misterios de la vida religiosa, esa pregunta inquietante que nos hacemos continuamente, “que somos”, “para que vivimos”, “hacia donde vamos”. La Iglesia milenaria las estudia en profundidad y a través de esa búsqueda tiene respuestas sólo satisfacen aquellas que tiene fe. La fe es un don de Dios con el que se nace o bien se adquiere por medio de las lecturas bíblicas y de la meditación. El papel de la Iglesia ha sido siempre tratar de llevar ese contenido religioso a todos los hombres. Unos creen y otros no alcanzan nunca a comprender esos misterios. Lo importante de la Iglesia en el mundo y entre ellas la católica es esa prédica constante hacia la perfección del hombre por medio de las virtudes, de la fe, la esperanza, la caridad. En esta próxima visita papal, el mensaje es “Despierta, reacciona, es el momento”.

Un capítulo de una de las publicaciones aludidas habla sobre la filosofía de Kant en cuanto a la naturaleza del hombre, refiriéndose a que este se conoce como un ser ético, capaz de actuar según los criterios del bien y del mal y no solamente según la utilidad y el placer. Se reconoce también asimismo como un ser religioso, capaz de ponerse en contacto con Dios, citan las líneas del mencionado texto.

A través de la renovación interior es como el hombre se perfecciona. Difícil para nosotros entender esto cuando vemos tanta miseria a nuestro alrededor, tanta injusticia, tanta opresión. “Por que si Dios es Amor, entonces porque hay tanto mal?” es una de las preguntas claves en el libro. La respuesta del Papa es que Dios ha creado al hombre racional y libre y por eso mismo se ha sometido a su juicio. El cristianismo es una reli­gión renovadora en el perdón de los pecados y en el arrepentimiento. Deja al libre albedrío la senda a seguir.

La Iglesia Católica, a partir del Concilio Vaticano II que proclamara ese gran patriarca que fue Juan XXIII, dejó a un lado la posición dogmática y perseguidora del hombre, dándole paso a la libertad individual y a la apertura hacia en otras religiones, particularmente abrazando las diversas corrientes del Cristianismo, siempre y cuando se dirijan hacia una búsqueda sincera de Dios y tengan una sana intención. La visita del Papa en estos momentos de crisis puede interpretarse de diversas maneras, según la óptica con que se mire. En este Apóstol de Cristo no debemos ver a un líder político que viene a lanzar una Cortina de humo para opacar tantos problemas, aunque en el fondo muchos dicen que esa podría ser la intención del gobierno del presidente Caldera al extenderle la invitación. Desde el punto de vista político y de gobierno, eso es posible. La visita del Papa, no obstante, es una invitación a pensar en cuestiones más profundas y por ello es positiva. Sea Ud. bienvenida, Su Santidad.

Publicado en El Carabobeño el 7‑02‑96