La gestión de Paco Cabrera al frente de la Alcaldía de Valencia se considera positiva, resaltando el personaje como una figura prominente que goza de aceptación popular al ser visto mes como gerente de la administración municipal que como político representante de un partido, sin desconocer por ello su afiliación con el Proyecto Carabobo.
En los dos años que lleva al frente del Concejo, Paco ha ejercido una labor eficiente que se deja ver en el ornato de la ciudad, particularmente el relacionado con el rescate de las plazas y el mantenimiento de las áreas verdes, con la poda de los árboles sembrados en las avenidas y urbanizaciones. Al pasar por ellas vemos cuadrillas de la Alcaldía equipadas con herramientas de trabajo eliminando ramas marchitas y limpiando el monte a machete, para luego recoger la basura, lo que está haciendo de Valencia una ciudad modelo en limpieza y ornato, agradable el sentir que los espacios públicos se cuidan para el disfrute de todos.
Es preciso reconocer que esta labor comenzó en el gobierno de Henrique Salas Römer con la Operación Alegría y no sabemos si la de Paco es una prolongación de ésa, o si ha sido su iniciativa propia, pero en todo caso corresponde más a la administración municipal que a la gobernación efectuar el barrido de las calles y le eliminación de la basura y la maleza, tareas que por simples que parezcan tanto influyen en al bienestar colectivo.
En la continuación de ese trabajo de ornato, el rescate de las plazas y parques de la ciudad ha sido también de gran importancia, puesto que muchas de ellas estaban abandonadas, como la de las Esculturas en El Viñedo que carecía de vigilancia y mantenimiento, por lo que valiosas obras de arte se habían deteriorado y otras se las robaron, lo que constituía un descuido imperdonable de parte de nuestras autoridades que, afortunadamente, fue reparado por la actual administración municipal al frente de Paco Cabrera. Ese jardín es un rincón privilegiado de la ciudad con la monumental Bacante del escultor Andrés Pérez Mujica desbordando sensualidad, como invitando a los transeúntes a detenerse en el lugar.
En el orden de adecentar la ciudad, la reubicación de los buhoneros en mercados especiales construidos para ellos ha sido un acierto que le ha devuelta a las calles la amplitud de sus espacios naturales, dejando al mismo tiempo que los comerciantes ambulantes continúen vendiendo de forma organizada. Los altos precios de las mercancías hacen que a mucha gente la guste comprarle a los buhoneros, pero es mucho más cómodo encontrarlos en sitios determinados que regados por todas partes en un desbarajuste sin limites, tal como ocurría anteriormente, sin que ningún gobierno lo hubiera encontrado solución al problema.
La reconstrucción del Cementerio municipal es una manifestación de respeto a la memoria de los difuntos cuyos restos reposan en el pez del Señor, pero que debido a la desidia oficial, eran violados Por delincuentes que hacían de las suyas ante la falta de vigilancia. Los deudos pueden ahora rezar con tranquilidad por sus seres queridos, rodeados de esos hermosos monumentos de ángeles y santos que adornan los panteones familiares, lápidas y mármoles funerarios que guardan los amores y añoranzas de todos aquellos a quienes les tocó partir hacia la Eternidad.
Otros planes tiene Paco Cabrera para el futuro cercano y al hablar de ellos con los periodistas, según lo podemos leer, se muestra optimista particularmente en el área cultural con la presentación en el mes de marzo del tenor Pavarotti en la Plaza Monumental, para lo cual se ha volcado íntegramente a remodelar el coliseo. Ojala que éste pueda quedarse como escenario de espectáculos artísticos y no como ruedo de sangrientos sacrificios de toros que lo que hacen es exacerbar la violencia y la crueldad, lejos de exaltar el espíritu, como en cambio lo hacen las expresiones culturales.
En la lista de realizaciones de la actual administración municipal en la que junto al Alcalde también participa gente valiosa como Lucy Giugni de Alvarado María Isabel Domínguez de Lamarche y Jorge Preciado, entre otros, no debe olvidarse que todavía faltan muchas cosas por hacer, sobre todo en lo relativo al bacheo de las calles que hacia el centro y hacia el sur presentan un estado deplorable y no se justifica que se gaste tanto en ornato, mientras las calles están rotas, porque mucho más importante es una vía bien pavimentada que adornada.
Hacer que se respete la zonificación es asunto prioritario para evitar que continúe la anarquía de los negocios y comercios en sitios residenciales y tradicionales de Valencia, como es el caso de las urbanizaciones y de San Blas, la Candelaria y la Pastora, produciendo un desorden urbano incómodo y antiestético que es imagen de la improvisación e ilegalidad a la que hemos estado acostumbrados. El transporte público ha mejorado con la puesta en circulación de nuevas unidades de la Alcaldía, pero continúan las deficiencias para una población que sale muy temprano a trabajar y no debería tener que soportar largas colas a le hora de regresar a sus hogares. Sabemos que todos estos aspectos los ha contemplado el Alcalde y está tratando de resolverlos, poniendo en práctica el slogan que lo llevó al triunfo político para ocupar tan importante cargo. Delo por hecho. Valencia merece ésa y mucho más.
Publicado en El Carabobeño el 23-04-98
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