01 diciembre 1999

Mínima expresión del Salón Arturo Michelena



El arte como disciplina estética es una materia sensible que nuestros sentidos perciben como un aspecto de la realidad intervenida por el hombre para producir un hecho creativo. Las artes plásticas, particularmente, representan una forma tangible de percibir esa realidad, puesto que las ideas o la inspiración de los pintores o escultores se plasman en obras que luego van a ocupar un espacio físico y que pueden ser vistas o tocadas, despertar emociones y permanecer en el tiempo como una presencia que pasa a ocupar un lugar en el universo de las cosas creadas por el hombre. La perdurabilidad de las artes plásticas es una de sus características fundamentales y para su conservación y divulgación se han creado los museos.

Las artes plásticas, como las bellas artes en general, son asunto de entendidos, ya que están sujetas a un conjunto de reglas que deben estudiarse para lograr hacer obras enmarcadas dentro de ciertos valores estéticos. La perspectiva, el claroscuro, el ritmo, la composición, la proporción, la línea, el color son medios manejados por los artistas de todas las épocas a su entera libertad, pero siempre tras la búsqueda de algo trascendente que supere la realidad para entrar dentro del campo de la creación humana. El lenguaje de las artes plásticas está representado en las obras que están a la vista y que pasan a formar parte del legajo cultural de los pueblos.

La historia del arte va pareja con la de los hombres y sus tendencias tienen mucho que ver con las vicisitudes de los cambios históricos. A partir del Dadaísmo y del Pop Art fue aceptada la destrucción de los valores esenciales y la incorporación de objetos de uso corriente a la expresión artística, como una forma de entender a una sociedad trastornada por la guerra y embriagada por el consumo de bienes materiales. Los artistas plantearon que lo que confiere a las obras su condición de arte es la mera intención y que más importante que la nobleza de las materias empleadas y el recurso de las técnicas es la idea creativa. Posteriormente, el arte no objetual quiso romper con el mercantilismo, con el fin de darle a la idea un valor supremo desligado del objeto como mercancía.

El arte efímero ha sido ampliamente divulgado en las exposiciones de gran renombre artístico, pero abusar de él es confundir el discurso filosófico con el plástico, en el que la pintura o la escultura tienen que explicarse a través de la teoría de las palabras para lograr hacerse entender. Vista de esta manera, la obra pierde su propia fuerza y el lenguaje es más verbal que pictórico. Cada una de las piezas presentadas tiene que tener al lado el análisis escrito que quiera darle el artista para que el público entienda su significado. Esto viene a colación por el abuso que se le está dando en los salones de arte a las instalaciones, a lo conceptual y al minimalismo como expresiones artísticas que, si bien tuvieron su vigencia producidas por un cansancio visual y un agotamiento de los temas, no se justifica que continúen los jurados o los curadores valorándolas en un mundo abierto a nuevas tendencias.

El 57 Salón “Arturo Michelena” es de una pobreza extrema, tanto en el número de obras que fueron aceptadas, ‑27 escogidas y 10 invitados de un total de 364 que fueron enviadas a los cuatro centros de recepción dispuestos en las Bases del Ateneo de Valencia­- como en la calidad de las mismas, con algunas muy buenas excepciones. Grandes espacios ocupados por formas que carecen de otra significación que aquella que quiera darle el realizador, ‑que no tiene ya que ser pintor, escultor o dibujante para materializar su idea creativa‑ ya que la integración de las artes y las instalaciones han dado pie para que cualquier ensamblaje o pieza colocada en el suelo o en la pared sea catalogada como obra digna de consideración, dejando al público perplejo y con una sensación de ignorancia.

Los neófitos nos preguntamos de qué manera se puede medir el arte, si éste es algo tan subjetivo y de tan variadas interpretaciones, una vez que ya se han roto los valores clásicos. Cómo pueden cinco o seis personas que fungen de jurado en una confrontación como el Michelena, o en otra con características parecidas, determinar qué es digno o no de participar en la exhibición, rechazando sin contemplaciones la mayor parte de las obras enviadas, ‑el 93% en esta última edición‑ sin que el público tenga la oportunidad de apreciar el desarrollo del arte hecho en el país en el año que ha transcurrido entre uno y otro salón. Pensamos también que ese rechazo masivo que cada vez se acentúa más en el Salón Michelena se desvía del propósito de “estimular, difundir y comunicar el desarrollo del arte venezolano en todas sus instancias creativas y reflexivas dentro de un ámbito de pluralidad, libertad y confluencia”.

En cuanto al Premio Michelena otorgado a la pintora Emilia Azcárate es de una simpleza tal que lo deja a uno estático, tratando de descubrir el sentido de la poesía y la lectura de la línea que pronunciaron los señores jurados para darle el máximo galardón. La bosta de vaca utilizada por la pintora es un mero recurso técnico que no logra convencemos de su “acercamiento a la experiencia del espíritu en un espacio que no puede ser ubicado en el mundo físico”, como afirmó la artista ganadora. Vemos también que el Premio Michelena dejó de ser único al haberle cambiado las Bases, permitiendo que al cabo de cinco años pueda otorgarse nuevamente al mismo artista. El término la mejor Obra y no la mejor Pintura para conferir el galardón que lleva el nombre de nuestro Arturo Michelena se presta a confusión, por lo que asistimos a un Salón de Artes Visuales enfático en sus propósitos y débil en la presencia de nuestros más connotados artistas. Aceptar a un niño de doce años es otra desviación de un Salón Michelena que pareciera estar perdiendo el norte de su trayectoria. Si bien el papel de los jurados es de gran importancia, pensamos que los artistas deben también ser tomados en cuenta a la hora de decidir estas cuestiones que a fin de cuentas es a ellos a quienes más les interesa.

Publicado en el Carabobeño el 01-12-99

16 octubre 1999

Arte y ciencia en la Obra de Rubén Núñez



Para entender el arte de Rubén Núñez hay que entrar en el campo de la física, sobre todo lo relativo a la óptica y las emisiones de luz por la fuente luminosa del rayo láser. Sus hologramas son de una belleza enigmática, porque el espectador no capta de dónde salen esos colores que transparenta el cristal con efectos vibratorios y formas tridimensionales vistos desde un ángulo determinado y a cierta distancia entre la luz y el objeto. Las aplicaciones del láser están todavía en estudio y son variadas. Una de ellas es la Holografía, arte‑ciencia‑ técnica dirigida a la creación de imágenes en tercera dimensión.

Nuestro artista está de visita en Valencia con motivo de la presentación del XXVI Salón Nacional de las Artes del Fuego, en el que exhibe tres jarrones de fino cristal y elegantes diseños geométricos en los que destaca la pureza de los colores amarillo, azul, rojo con la claridad del vidrio. ‑Traer esas piezas a Valencia significó un gran esfuerzo y yo siento que aquí no se valora lo suficiente lo que hago‑ nos dice Rubén una tarde en que lo invité a conversar sobre su trabajo. Mientras el Ateneo de Valencia nunca me ha invitado a exponer, lo hizo el de Estocolmo. Vivimos en un mundo tridimensional y nos expresamos en dos dimensiones. Lo que sucede con la Holografía es que es una técnica muy costosa‑agrega.

Su participación en el Salón tiene que ser motivo de orgullo para nuestra ciudad, pues siendo hijo nativo de Valencia, es un artista del mundo, el más destacado de cuantos hay en el arte de la Holografía. Está representado en los mejores centros artísticos internacionales y nacionales. En el año 1959 obtuvo el premio en el concurso del Coming Glass Museum por la exhibición de uno de los 12 cristales más bellos del orbe. Ha expuesto en el Museo de Arte Moderno de Nueva York y ha sido invitado especial en los Museos de Ciencias de Washington, Filadelfia, Munich, Frankfurt, Londres, Paris. En los años 1986 y 1988 obtuvo los premios Neumann y CONAC del Salón “Arturo Michelena” y el premio Universidad de Carabobo en el XVI Salón Nacional de las Artes del Fuego.  Su obra “Cristal del Planeta Arco Iris”, colección de la Galería de Arte Nacional, le dio la vuelta al mundo. Otras obras, como “El Árbol del alma”, “Anillos de Alegría” , “Cristal Fotónico” forman parte de colecciones privadas.

Los inicios de Rubén fueron en la pintura y el diseño del vidrio. Estudió en Caracas y luego en Murano, Italia. Formó parte del movimiento abstrato‑geométrico del grupo Los Disidentes de Paris en el año 1950. A partir de entonces comenzó a plantearse los efectos de la vibración retinal mediante repeticiones de barras de color horizontales y verticales. Propuso obras que hacían percibir formas y colores virtuales. Es el primer artista cinético venezolano, adelantándose a Soto desde el año 1951. Nos explica que, descubriendo la cuestión interferencial y la secuencia de las líneas, buscó excavar más adentro del cinetismo y llegó a la Holografía después de mucho estudio y experimentos. Propone para la Venezuela actual que en el concepto cultura se incorpore la Ciencia y Tecnología como parte integral del Arte y Humanidades. Si los separamos, vamos a seguir igual ‑afirma. Qué hacen el periódico y el poema si no pasan por Internet. Hemos comprado tecnología, pero nuestras universidades han estado a espaldas de ella. El diario “El Carabobeño”, con el Museo de la Imprenta, está innovando.

Rubén es un buen conversador y, al iniciar el diálogo con él, pareciera abstraerse en su interioridad para sacar de adentro todo lo que piensa. Suelta las palabras con profusión de ideas sobre la creación en nuestro país de un museo de Ciencia y Tecnología, su gran sueño por el que se ha desvelado tratando de convencer a los gobiernos, institutos científicos y universidades de la importancia de estos centros para el progreso y el desarrollo tecnológico.

En la publicación “Caminos de Civilización”, auspiciada por el centro Espacio‑Luz y editada por la Universidad de Carabobo, abunda sobre el tema y enfatiza que, mientras las exposiciones de arte han aumentado considerablemente en los últimos años, las de ciencia han sido escasas. Entre los proyectos o diseños que ha presentado en diversas oportunidades están: Centro de Estímulo a Innovadores del INCE, Caracas, 1970. Museo de Historia y Tecnología, Proyecto para la Gobernación de Caracas, 1974. Proposición A.C.T.O. (Arte Ciencia Tecnología Orbe), Concejo Municipal de Valencia, 1974. Centro de la Transparencia Floven, 1980. Centro Arco‑Iris, diseño proposición, Rectorado y CODECIH, Universidad de Carabobo, 1989. Centro Espacio‑Luz, Valencia 1990. El Didactron, CONICIT 1971 y el Museo de la Industria Ricardo Degwitz, 1987, inspirados en el proyecto Instituto de la Evolución o Museo Central, entregados al Ministerio de Fomento.

Publicado en El Carabobeño el día 16-10-99

08 octubre 1999

La Casa de la Estrella


 

Pese a la protesta del Centro de Historia del Estado Carabobo por el derecho que tiene sobre la Casa de la Estrella como sede permanente, el Gobernador Henrique Fernando Salas Feo procedió a inaugurarla el pasado Domingo 19 de Septiembre en un acto oficial que, si bien estuvo concurrido, fue ignorado por muchas personas que sintieron que esa fue una muestra más de la distancia que separa al sector gubernamental del cultural, cuando el primero quiere imponer sus criterios sin tomar en cuenta los liderazgos naturales que se han formado en torno a las variadas disciplinas intelectuales y artísticas que abarcan cada una de ellas su área de influencia, en correspondencia con todas las otras, sin otra recompensa que la de participar en los círculos con los que se es afín.

Se trata simplemente de que el Centro de Historia fue despojado de su inmueble legítimo para que el Museo Casa de la Estrella pueda instalarse en él. No es una nimiedad lo que se discute, sino más bien la profundización de un conflicto que se planteó desde el momento en que el Gobierno Regional pretendió dejar sin efecto ya desde el año 1996, por el simple hecho de haber sido el que costeó los gastos de restauración de la célebre casona, el acuerdo de la Asamblea Legislativa que creó el Centro de Historia en el año 1979 y se lo entregó a los historiadores para que fuera su sede permanente, firmándose 10 años más tarde el contrato de Comodato entre el Gobernador de entonces, Prof. Pablo González y el Presidente del Centro Luís Cubillán Fonseca. Muy poco de la historia de Valencia se ha guardado y, si algún mérito tienen los historiadores es el de saber apreciar lo viejo, inmersos como están en el estudio del pasado. Ellos cuidaron esa casa, impidiendo en una ocasión de la que hay testimonio fotográfico, que la derribara la picota del progreso.

La comunicación enviada al Centro de Historia para informarle que ya no tenía ningún derecho sobre el inmueble es imperiosa, argumentando razones económicas porque el Estado es el que tiene los recursos y el que puede costear los gastos de mantenimiento, siendo además el que pagó la restauración. Es cierto que los trabajos realizados han sido magníficos y que la casa recuperó su originalidad, pero es injusto que los historiadores no puedan sesionar en ella porque no tienen dinero propio para sostenerla. Por nada valen los subsidios que el Estado hace a los entes públicos o privados sin fines de lucro, si se les considera incapaces de administrar con probidad las instituciones que representan.

Eso quiere decir que 30 años de asociación de un grupo de personas que figuran en la intelectualidad carabobeña, a la que pertenecieron Monseñor Luís Eduardo Henríquez, el Dr. Fabián de Jesús Díaz, Don Torcuato Manzo Núñez, Felipe Herrera Vial, Luisa Galíndez, Alfonso Marro, Dr. Adolfo Blonval López, Dr. Ignacio Belleza, Arturo Machado y otras distinguidas personalidades del pasado y del presente se echan a un lado, cediéndoles por un tiempo determinado un espacio en la parte de atrás de la casa para !as dependencias administrativas. En ese espacio trasero están la biblioteca y hemeroteca bien dotadas y organizadas, así como la galería de retratos de los miembros de la Academia fallecidos donde se hacen los actos de incorporación de nuevos miembros, sin poder usar el besan salón de la Casa de la Estrella porque así lo decidió Fundapatria.

No logro imaginarme como podría llevarse un problema personal al plano institucional, o como puede tratarse en pequeño un asunto que tiene que ver con lino de los inmuebles más antiguos e históricos de Valencia y del país, puesto que allí nada más y nada menos surgió la nacionalidad venezolana. La creación de la Fundación del Patrimonio Histórico y Cultural de Carabobo (Fundapatria), en el año 1996 por el Gobernador de esa fecha Henrique Salas Römer, no tendría que haber sido motivo para someter al Centro de Historia ni a ninguna otra institución cultural o cívica que ha hecho vida en esta ciudad a los vaivenes de la política o de los ciudadanos de fumo que trabajan alrededor de los dirigentes del estado, cuando se sabe que ellos son transitorios y en cambio las instituciones permanecen en el tiempo, siempre que existan personas voluntarias que las sostengan. Los términos de la comunicación enviada que mencioné no plantearon en ningún momento una coexistencia pacífica entre Fundapatria y el Centro de Historia, sino más bien una anulación del comodato.

En todo este asunto debe quedar claro que la Casa de la Estrella no es ningún museo y su función no es mostrar objetos ni exhibir afiches, sano servir de sede de la Academia de la Historia de Carabobo definida con el propósito de realizar investigaciones sobre historia nacional y regional y de promover la conservación de las reliquias históricas y monumentos públicos del Estado, cumpliendo con los estatutos que en todos esos aspectos están muy bien orientados hacia la preservación de nuestra nacionalidad y el estudio de la historia. Cualquier otra desviación que se le quiera dar sería apartarse de la legalidad.

Publicado en El Carabobeño el 8-10-99

10 septiembre 1999

Chuchuíta Carabaño de Díaz



NOBLE DAMA DE LA VALENCIANIDAD

Siempre que converso con Chuchuíta, como cariñosamente la llamamos todos los que la queremos, algo me hace sentir bien, como si escuchara sus palabras guiadas por conceptos detenidos en una mente clara, producto de la experiencia de los años y de una sólida formación humana. Ella tiene el don de la armonía interior que transmite seguridad en lo que dice y en su hogar sigue siendo la llama de luz que enciende toda su casa.

Al recibirme con paso suave, se lamenta de que sus piernas le han comenzado a molestar, lo que no le impide dirigir los deberes de una familia tan unida a ella por lazos de amor que no dejan de llamarla o visitarla ni un solo día, ya sea uno de sus 4 hijos: John, Magaly, Fabián y Gloria, o alguno de sus 15 nietos, casi todos ya casados, o de sus 17 bisnietos. Su residencia en la calle Colombia inspira la nostalgia de aquellos caserones solariegos del centro de Valencia, el solar cobijado bajo los grandes árboles frutales que en un tiempo estuvo sembrado de rosas, llegando a tener más de 130 variedades, la rosa Tosca, la de las Nieves y tantas más. Ahora, al trasponer la reja de entrada, hay una casa grande de muñecas para que los nietos jueguen y unas jaulas con aves de corral, pájaros, materos y una sombra que atempera el ardiente calor del mediodía.

La memoria de su esposo, el Dr. Fabián de Jesús Díaz, cobra vida en los retratos que hay en las paredes y mesas de la casa y en los recuerdos de tantos años compartidos. Nos dice que lo conoció en Villa de Cura, adonde él fue a hacer la rural y en el año 1937 se vino a vivir a Valencia, después de un idilio que fue el inicio de una prolongada relación matrimonial que duró más de 50 años. Formaron una pareja vinculada a las mejores iniciativas sociales y culturales de la ciudad. Afirma que él fue muy luchador. Fundó las primeras medicaturas rurales junto con el Dr. Manuel García, así como también el Colegio de Médicos del Estado Carabobo, la Sociedad Amigos de Valencia, la Sociedad Bolivariana y el Centro de Historia.

Fue el Dr. Díaz quien la propuso, en una directiva encabezada por Gisela Guerra Méndez y de la que él formaba parte, para presidir el Ateneo de Valencia en el año 1942‑1943. Fue reelecta para el siguiente período 1943‑44 y una vez más en el año 1962‑63. Durante su gestión se creó el Salón “Arturo Michelena” en 1943, siendo Presidente del Estado Tomás Pacanins y Secretario de Gobierno Julio Morales Lara.

Al hablar del Salón, nos dice que el Premio Michelena fue creado para la especialidad de Pintura y como tal es partidaria de que esa distinción debería conferirse sólo a esta disciplina. Entre otras actividades realizadas con acierto le correspondió celebrar los cien años del Ateneo, tomando en cuenta que en el año 1842 se había fundado el primero de Valencia, que después se cenó por los vaivenes políticos , inaugurándose definitivamente el actual en 1936. En la actualidad sostiene que el Ateneo debe llevar la cultura a todos los niveles y que las directivas y la presidencia deben renovarse, puesto que el Ateneo no es propiedad de nadie en particular. La pregunta obligada es sobre su opinión del deterioro que ha sufrido la Casa Páez, a la cual ella y su marido especialmente estuvieron tan ligados. No vacila en afirmar que le han rebajado la asignación, por lo que no tiene cómo mantenerse. Es indudable que la transformación de Valencia de ciudad pequeña y tradicional a urbe industrial y populosa contrajo la cultura y los gobiernos no le han prestado la debida atención.

A los 86 años Chuchuita tiene una mente lúcida, no sólo para estar atenta a todo lo que sus hijos y allegados le llegan a plantear frecuentemente, sino para continuar al servicio de las Damas Salesianas que ella fundó en Valencia hace una década y para seguir con las obras sociales que ayudan a tanta gente necesitada. En estos días está colaborando con el Padre de la Iglesia María Auxiliadora para lograr restaurar las pinturas del altar principal. El tema de la política lo aborda con gran preocupación, porque siente que el presidente Hugo Chavez está fomentando el odio entre los venezolanos, al dividirlos entre los que él llama la clase corrupta de los gobiernos del régimen democrático y los honestos que lo siguen a él, según su manera de ver muy personalista e impetuosa. Le recomienda al Presidente que tenga el “oído pelan” para que oiga las recomendaciones que le hace el pueblo venezolano y no se equivoque, puesto que la situación actual es muy delicada.

Venezolana por los cuatro costados, ella afirma que sus huesos se quedarán en esta Patria a la que siempre ha procurado servir. Su familia por ambos lados hizo mucha historia. Nos dice que su tatarabuelo, Miguel Carabaño y Ponte, fue asesinado en las guerras de la Independencia bajo las huestes de Monteverde, así como también un hermano de él llamado Fernando. Su bisabuelo por el lado paterno recibió la condecoración Sol del Perú en la Batalla de Ayacucho, donde peleó al lado de Sucre. Su abuelo José María Tosta García, farmaceuta en Villa de Cura, creó una planta de luz de acetileno con instalaciones de tubería con la que alumbraba toda la casa. Hija de Don Rafael Carabaño Pérez y María de Jesús Tosta Lanz, Chuchuíta es una noble dama que ha visto transcurrir este siglo de grandes cambios analizándolos con un profundo sentido cristiano. El hombre se cree un ser superior y hay una tendencia materialista que olvida a Dios, una corriente ficticia se extiende sobre el mundo moderno, que en este fin de milenio está muy convulsionado, sostiene. No acepta la clonación, porque la creación es sólo potestad divina y en la huella digital de cada ser humano ve la magnificencia del Creador. Cada persona es única, no puede haber otra igual, asegura con convicción.

Vivir a plenitud un siglo que se cierra, para abrirse a un nuevo milenio lleno de interrogantes, es una conquista lograda con satisfacción, concluye Chuchuíta con la sonrisa de quien en todos esos años ha cumplido una labor.

Publicado en El Carabobeño el 10-09-99    

06 agosto 1999

Marcos Castillo pintor y promotor de las artes visuales



La exposición Pactos sobre tierra, que exhibe actualmente la Sala Alterna del Centro Cultural “Eladio Alemán Sucre”, reúne una muestra singular de platos modelados por el ceramista Carmelo Galicia, sobre cuyo barro cocido 13 pintores y 7 poetas decidieron dejar su huella creadora para engalanarlos con pinceladas de colores y versos que en una sola frase expresan sentimientos y el pensamiento hecho verbo con palabras sublimes matizadas de tonalidades luminosas. Marcos Castillo es uno de los pintores participantes de la exposición y uno de los que le ha puesto mayor entusiasmo, por lo que nos valemos de la ocasión para conversar con él sobre éste y otros puntos relacionados con su extensa actividad en el campo de las artes plásticas. Su labor ha sido más bien silenciosa y discreta, como lo es su persona tenaz en su vocación de pintor y de organizador de exposiciones y salones de arte.

De tal manera que la conversación con Marcos fluye fácil al abordar este tema, puesto que él ha sido artífice principal debí movimiento plástico en la ciudad, cuando ingresó desde muy joven a la escuela “Arturo Michelena” en el año 1953, para algunos años después ser profesor de tomas tridimensionales y diseño en esa misma Escuela. Desde el año 1961 al 65 fue sub‑director de la Escuela “Rafael Monasterios” de Maracay. Los círculos culturales no se crean por generación espontánea, sino que se gestan desde muy temprano, cuando el medio está preparado para absorber el germen creador que se ha preparado para salir hacia la luz, portando imágenes enriquecedoras de nuestro acervo cultural. La fundación de la Escuela Arturo Michelena y la creación del Salón homónimo que organiza el Ateneo de Valencia fueron medios propicios para la formación de un movimiento plástico de gran solidez en la ciudad. Hay agentes impulsadores de estos movimientos y en lo que se refiere a las artes plásticas en Valencia, Marcos ha sido uno de ellos, junto con los maestros Braulio Salazar y Fulalio Toledo Tovar, sin menoscabo de otros que han influido también en la búsqueda de nuevas búsquedas, que han cristalizado en una trayectoria ininterrumpida de cinco décadas y media de máxima representación de las Artes Visuales nacionales. En esta confrontación Marcos ha sido unas veces jurado, otras artista participante y muchas veces ha contribuido con el montaje, demostrando siempre un espíritu de colaboración desinteresada.

Marcos fundó el Departamento de Expresión Plástica de la Universidad de Carabobo que funcionaba en el Rectorado, más que todo para diseñar logotipos, afiches, catálogos, portadas de libros y montar exposiciones. Cuenta que en el año 1973 alquilaron dos locales en el Edificio “Don Pelayo” y fue allí que nació la Sala de Exposiciones fundada y dirigida por él desde sus comienzos, junto con Nordis Velásquez y Zerep. Allí permanecieron alrededor de cinco años, cuando el Director de Cultura era Gabriel De Santis. En esa sala se expuso el II I Salón Nacional de las Artes del Fuego en el año 1975 e incluso una sección de Dibujo del Salón Michelena, en el año 1978, bajo la presidencia de Alicia Oliveros, fue exhibida en esa sala provisional. Por insuficiencia presupuestaria de la UC, cancelaron el alquiler y se fueron para el Ateneo, en donde continuaron otros montajes del Salón Nacional de las Artes del Fuego, organizados por Marcos y Humberto Jaimes Sánchez.

Lo que sigue después es muy importante para conocer el papel decisivo que jugó Marcos en la consecución de la sala “Braulio Salazar” en la Plaza Prebo. Un día su buen amigo Dr. Rafael Táriba lo invitó a pasearse por la pérgola que había en la plaza y él, al verla, le pareció ideal para hacer allí la galería universitaria, manifestándole al Rector Pablo Bolaños la necesidad de conseguir tan hermosa estructura. El Rector ofició de inmediato al Concejo Municipal y la donación del espacio se hizo realidad. El arquitecto Pedro Mateo colaboró con el diseño de la sala. La empresa Cerámica Carabobo con la buena disposición de Frida Añez de Masgarevy regaló la cerámica para el piso. Tras muchos dolores de cabeza y molestias, Marcos consiguió otras donaciones para equipar la sala, que para él fue un reto y una satisfacción, puesto que ésa es en gran parte obra suya. El apoyo moral se lo dieron Humberto Jaimes Sánchez, Nordis Velásquez, Suardo Castillo y Luis Guevara Moreno. La sala se inauguró en el año 1980 y Marcos fue su primer director hasta el año 1989. Allí se estableció la sede definitiva del Salón Nacional de las Artes del Fuego.

Pienso que Marcos ha dejado en segundo plano su inclinación artistica para dedicarse más a la labor organizadora y que entregó mucho de si mismo a la sala que fundó y dirigió, sin que su desprendimiento haya sido apreciado debidamente, mucho menos por la institución a la que él le entregó tanto de su experiencia. Su vocación por el arte sigue igual, por lo que le pregunto si se considera más pintor que escultor. Marcos me responde con prontitud que ambas cosas, contándome que se inició con Escultura en la Casa Paez, donde funcionaba la Escuela “Arturo Michelena”, en el año 1953. También funcionaba ahí la Escuela de Ballet. El profesor de Escultura fue un español llamado Claudio Mimo, de quien todavía se conservan en las Escuela AM dos obras en yeso que no están en muy buenas condiciones. Se dejaba un día para la Pintura, otro para la Escultura y otro para el Dibujo. Marcos nos dice que tanto su abuelo como su padre fueron ebanistas y que él desde muy joven tallaba figuras, hacia muñecos y pintaba mientras los veía a ellos trabajar. En el año 1952 se hizo un autorretrato ayudado con un espejo. Un día Braulio Salazar, quien fue el fundador y primer director de la Escuela, fue a montar un cuadro en el taller de su padre y, al ver el autorretrato le gustó tanto que invitó a Marcos a inscribirse en ella.

Al egresar, cursó estudios en el Taller Libre de Escultura con el maestro español Eduardo Gregorio, de quien conserva una magnifica cabeza tallada en madera de ébano, además de un recuerdo imperecedero por todo lo que de él aprendió. En el año 1965 fue becado por el Concejo Municipal de Valencia para continuar estudios de investigación artística en la Escuela Superior de Bellas Artes de Paris. Marcos continúa trabajando, sumando obras a suya larga lista de pinturas y esculturas, sirviendo de jurado en numerosos salones del Estado Carabobo y otros que lo invitan a participar y metido de lleno en ese claroscuro iluminado por la chispa del fuego creativo. Su participación en esta magnifica muestra Pactos sobre tierra da señales de ello.

Publicado en El Carabobeño el 06-08-99

02 julio 1999

Dibujos de una colección



El Dibujo es a la pintura lo que la palabra al lenguaje Es la base de lo que se quiere expresar por el medio plástico, puesto que las formas existen en la realidad y es a través del delineado que las representamos, definiendo el contorno de los objetos o personas de una manera muy precisa, con las limitaciones propias de la técnica escueta del creyón o del lápiz. Un significado mucho mas profundo del dibujo ‑que transcribimos‑ dice que se trata de una abstracción de nuestro espíritu, que permite fijar la apariencia de las formas, puesto quo el ojo humano solo percibe masas coloreadas de diversa intensidad luminosa.

El dibujo es generalmente de apariencia sencilla, porque carece del brillo de los colores y del contraste de los tours que lucen en las pinturas. Por eso su predilección en menor entre los coleccionistas de obras de arte, quienes generalmente se interesan mas en lienzos llamativos que resaltan el valor económico, tanto mas elevado cuanto mas apreciada es la firma del pintor. El valor decorativo es también menos notable en el dibujo, tomando en cuenta la cualidad pictórica del objeto material que se coloca en la pared y llena un espacio para adornarlo La conservación de las obras en papel es mucho mas delicada que la de ninguna otra especialidad de las artes visuales, ya que este absorbe la humedad y su sensibilidad a los hongos, oxido y roturas lo hacen ser un medio sumamente débil, que no por eso ha dejado de ser el mas usado como documento fundamental de cultura.

El coleccionista que se aficiona a la tarea de reunir obras en papel sabe que esta asumiendo el riesgo de su curaduría, puesto su interés en guardar láminas de finos contornos y delicados precisos, de temáticas que abarcan un mundo de múltiples significados, figuración, abstracción, geometría, la mano del dibujante deja correr en la hoja todo cuanto pueda imaginar, porque así como la escritura, el dibujo es el lenguaje que se vale del papel como medio de expresión. Como dice Juan Calzadilla en el texto de presentación de esta exhibición “Topel Capriles ha tenido el coraje de adquirir obras de artistas acerca de los cuales no se creaba ninguna expectativa, guiado por la intuición de que por ese medio rescataba obras que de otra manera hubieran desaparecido. Tal es uno de los más importantes méritos de su labor como coleccionista heteróclito el haber rescatado del abandono y la inopia lo que estaba destinado a extraviarse ”

Lograr una muestra tan representativa de dibujos realizados con diversas técnicas – lápiz, tinta china, carboncillo, acuarela ‑ significa un acercamiento hacia los pintores. Para conocer de cerca sus tendencias, hasta saber escoger las obras bien ubicadas en algún momento de su vida artística. Formar una colección con cuadros representativos de connotados pintores es una realidad que se sustenta cada vez que una nueva adquisición incrementa el conjunto y es el deseo de el, tanto como el mío, poder ofrecerla a la vista de los amantes del arte, como ha sido posible en esta ocasión, gracias a la gentil invitación del Centro Cultural “Eladio Alemán Sucre”, con la magnifica proyección de difusión cultural que le esta brindando a la ciudad , y de su Director Esteban Simonetti.

En la selección de dibujos que se exhiben en esta muestra hay algunos que son verdaderos hallazgos, como el de Carlos Cruz Diez fechado en el año 1946, realizado con acuarela, pastel y óleo sobre papel, de estilo figurativo, representando a un hombre leyendo sentado frente a su rancho. Un retrato de Pascual Navarro con la botella, firmado por Torras Golding, El maestro Héctor Poleo nos deja ver un rostro de mujer con la cabeza y el cuello envueltos en un tenue pañuelo, con cierto toque de surrealismo puesto en la mirada. El Estudio para María Lionza, de Pedro Centeno Vallenilla, impacta con la fuerza de la anatomía femenina y la adaptación del color a la figura realizada con pinceladas diagonales. Los Dibujos y Acuarelas de Ernesto Maragall titulados Familia del Artista son un simple esbozo expresados con el sentimiento que corresponde a un parentesco sentimental. El lápiz s/creyón de Braulio Salazar Sin Titulo muestra a una mujer sentada con un niño, en el regazo, expresando con sencillez el sentido de la maternidad que Braulio capta tan bien en sus retratos. La tinta china s/papel de Régulo Pérez, Hablando con el Grillo, y Paisaje presentan dos aspectos del ambiente natural y urbano con características un tanto alucinantes, que el dibujante logra con la línea gruesa y el intenso, color negro de la tinta. Son imágenes que cobraron vida propia de la mano de los creadores que los animaron. Están aquí representados los principales pintores de la plástica nacional en el presente siglo: del Circulo de Bellas Artes, de la Escuela de Caracas, los Disidentes y otros aislados en su propio contexto sin integrarse a ningún grupo determinado.

La curaduría de Juan Calzadilla, sin lugar a dudas el crítico de arte mas notable de nuestro tiempo y también el mismo pintor y dibujante, representado en esta exposición con la obra Caracas 1996, enaltece la colección con una documentación bien fundada en sus investigaciones de arte. Es la presencia de todos estos artistas expresada en un universo, de imágenes lo que enriquece esta muestra, para que las espectadores la contemplen a sus anchas, dejando a la fantasía completar el trabajo de la creación plástica.

Publicado en El Carabobeño el 02-07-99

16 junio 1999

Diligencias sin Fin



El operativo efectuado el 20 de Mayo en el Fuerte Paramacay por el Plan Bolívar 2000, para la renovación de las licencias de conducir, logró en 4 días entregar la licencia laminada a treinta mil personas, a quienes no les importó estar de pie en una larga cola que sin embargo se movía con rapidez, con tal de actualizar sus títulos de manejar, Al llamado de renovación inmediata, los conductores respondieron con diligencia, lo que quiere decir que el venezolano quiere cumplir con la legalidad, pero la enmarafiada administración pública se lo impide, para imponerle en su lugar toda suerte de trabas, cobros y fastidiosas diligencias que lo hacen perder la paciencia. Hacer ese mismo trámite por la vía regular toma meses de sellar y resellar un papel provisional, con el pretexto de que no hay material, o cualquier otra excusa.

Resulta insólito que en Venezuela el ciudadano trata de acatar la ley, pese a la tranca que le impone el sector oficial, obligándolo muchas veces a la desobediencia civil y hasta a sobornar a los funcionarios públicos para obtener a tiempo lo que le corresponde y sin embargo se le retiene sin justificación. Hay muchos bachilleres que después de varios años no logran obtener su diploma de parte del Ministerio de Educación y tienen que hacer innumerables viajes a Caracas para conseguirlo, después de largas horas de espera en esas oficinas. La lista de documentos oficiales que son retenidos en los despachos públicos es interminable.

Para nadie es un secreto lo pesado que resulta sacar o renovar la Cédula de Identidad, documento indispensable que todo ciudadano tiene que portar para demostrar su identificación y el que se exige para cualquier tipo de trámite. Hay escasez de estampillas y siempre son por un monto superior al que se requiere, quedándose los funcionarios que las venden con la diferencia de la manera más descarada, pero somos tan pacientes y estamos tan urgidos de legalidad que no decimos nada, con tal de que nos entreguen el pequeño carnet laminado. En las oficinas de Tránsito Terrestre hay roscas de gestores confabulados con los funcionarios para “matracar” al público que acude en busca de su licencia, a quienes se les retarda la entrega, forzándolos a dar una comisión por algo que es gratuito.

Pagar o reclamar los servicios públicos es otra calamidad a la que el usuario tiene que enfrentarse cada vez que acude a esas oficinas. El horario no es corrido, sino que cierra al medio día y es corto tanto en la tarde como en la mañana, por lo que es muy probable que cuando uno llegue, las taquillas ya estén cerradas y tenga que volver después, puesto que así como son de lentos para atender a los usuarios son de rápidos para suspender el servicio si no se paga a tiempo.. Las planillas de reclamos se acumulan sin que los inspectores pasen a revisar, por lo que el usuario termina pagando para no acumular mucha deuda, con tal de que no le den una orden de corte. Esto pasa con los teléfonos, con la luz y con el agua, es decir con la C.A.N.T.V. , con Eleoccidente y con Hidrocentro. en las colas, el público se queja, se oyen protestas, pero en general el venezolano es paciente y aguantador.

El colmo es con el Seguro Social y las pensiones de jubilación y vejez. Los ancianos son sometidos a numerosas diligencias para poder cobrar el mísero sueldo y cuando caen enfermos las diligencias que tienen que hacer son tantas que terminan muchas veces pagando en climas privadas o recurriendo a hospitales no afiliados. La asistencia médica a los asegurados es casi como un favor que se mendiga, faltando con frecuencia los médicos a las consultas, por lo que los pacientes tienen que ir una y otra vez. No hay información precisa ni un trato personalizado, sino más bien un montón de gente esperando ser atendida.

Indignante es también tener que acudir a la PTJ a denunciar el robo de un carro, de una casa, o un atraco a mano armada. Las horas de espera se hacen interminables y descaradamente se le dice a las víctimas de semejantes asaltos que no hay patrullas disponibles, o que no tienen batería ni cauchos, sintiéndose los agraviados tan desprotegidos al no sentir el respaldo de la autoridad. Se insiste, sin embargo, y hay que ti una y otra vez para hacerle un seguimiento al caso.

A las asociaciones de vecinos, que se han prestado con la mejor buena voluntad a cooperar para mejorar sus comunidades, se las hace rebotar de despacho en despacho para atender sus reclamos, cuando lo lógico seria que con tan sólo una petición los organismos respondieran a sus denuncias, que generalmente son de use indebido de zonificación, o de construcciones ilegales o servicios públicos deficientes. En todas esas diligencias se pierde un tiempo precioso, además del esfuerzo y la energía consumida en ti y venir en espera de ser atendido.

El papeleo, la desidia del personal y el irrespeto al ciudadano imperan en muchos de los organismo públicos, que generalmente son agentes recolectores de pagos a impuestos, más que servidores del Estado. Nos hemos acostumbrado tanto a las colas y al trato brusco que ya hasta nos parece normal. así nuestra moral está disminuida, envuelta en una engorrosa ineficacia administrativa que nos ha sometido a una tensión social explosiva, atenuada afortunadamente por el carácter expansivo del venezolano.

Publicado en El Carabobeño el 16-06-99

09 mayo 1999

Un viaje memorable



Un viaje memorable acabamos de hacer mi esposo Leyzer y yo acompañados de nuestro tío Carlos Capriles y su esposa Evangelina. Carlos es historiador, novelista, periodista y sobre todo un viajero incansable que se lanza al mundo cada vez que tiene la oportunidad de seguirle las huellas a los grandes sucesos y personajes que han influido en los cambios de la historia. Con una buena guía en las manos y un gran cúmulo de conocimientos, Carlos fue un magnífico acompañante de nuestra ruta por algunas ciudades de Europa Central. En tres semanas visitamos cinco países. Un tiempo muy corto para todo lo que hay que ver en ciudades cargadas de historia y ricas culturas. Como una cinta de video que interrumpe la filmación cuando la vista es muy interesante, recorrimos largos caminos, quedándonos varios días en las grandes capitales Viena, Budapest y Praga, para avanzar hacia pueblos y ciudades de Baviera, con el fácil paso de fronteras de la Europa unida.

Viajar es abrir una ventana al mundo para ver nuevos paisajes, casas, calles y gente de otras partes con su pasado y su presente a cuestas, al cual nos integramos temporalmente cuando los visitamos, fundiéndonos con una humanidad que goza y sufre los mismos anhelos, sólo que en un espacio diferente con sus propias particularidades. Viajamos por afán de conocer y de ver personalmente lo que hemos estudiado, leído o visto en fotografías o en 1a pantalla. Lo que es un cromo frío en las gotas turísticas, impresas a color con magníficas fotografías y breves reseñas de los lugares descritos, toma calor cuando se está frente a uno de esos monumentos erigidos para conmemorar hechos notables y nuestra imaginación se vuelve poderosa al revivir parte de esos acontecimientos.

Las ciudades europeas que visitamos tienen frescas todavía las cicatrices de la última guerra y al holocausto nazi siguió la opresora ocupación soviética que curtió a esos pueblos en el dolor de las masacres injustificadas, con tal resistencia que han vuelto a levantarse una vez más para mostrar al mundo todo lo bueno que tienen que enseñar.

Acercarse a las casas en que vivió Beethoven en el barrio de Grinzin en Viena y después visitar su tumba en el hermoso cementerio en que está enterrado al lado de Schubert, Brahma, Strauss, y el monumento en homenaje a Mozart nos pulsó las notas del alma en el suspenso de las melodías que embriagan el oído. Ver correr las aguas serenas del Danubio y constatar que el azul de su caudal es lirismo de pura exaltación romántica de un músico extraordinario enamorado de su río es bailar el Vals de Strauss en una noche impregnada del ambiente festivo de la Viena Imperial, imaginándonos el Palacio de Schonbrunn con la emperatriz María Teresa y la célebre emperatriz Isabel, cariñosamente apodada Sissí, junto con el emperador Francisco José I vestidos con ricas prendas y trajes de gala, unidos en el abrazo del baile que inmortalizó la voluptuosidad de las cortes imperiales. Reseña la guía que en el año 1805 y nuevamente en 1809, durante su estancia en Viena, Napoleón se alojó en lo que una vez fue el dormitorio de María Teresa. En ésa falleció también de tuberculosis en 1832 el duque de Reichstadt, hijo de Napoleón y de María Luisa de Austria.

Tomar un barco en Viena y en cinco horas y media de navegación, contemplando los suaves bosques de las riberas del Danubio llega a Budapest, ciudad partida en dos por el río que es el corazón de Europa y ver reflejar en sus aguas el Castillo levantado en la colina de la Ciudadela de Buda, cuya arquitectura se remonta al siglo XIII, desarrollándose a lo largo de los trescientos años de la invasión Mongola en 1241 y la ocupación turca en 1541. El Castillo floreció bajo el reinado de Matías en la segunda mitad del siglo XV, cuando fue el centro de la administración, de las artes y de la ciencia. Los días se vuelven horas al llegar a Praga, ciudad que parece de fantasía de puro bella que es, con sus tejados que se alzan en agujas, torreones y cúpulas en los que sobresalen los estilos gótico y barroco y sus ventanas que se abren hacia fachadas de regios ornamentos y estatuas, dándole al conjunto urbano una cualidad artística que se aprecia en toda su construcción. Pasar de la Ciudad Vieja o antigua Plaza del Mercado hasta el Barrio Nuevo, atravesando el puente Carlos sobre el río Moldava y pararse frente a cada una de las estatuas de santos que están colocadas a ambos lados, entre las que se destaca el Crucifijo en bronce y la de San Juan Nepomuceno también en bronce, es pulsar la ciudad en toda su dimensión histórica.

En las ciudades que recorrimos se siente un ritmo de vida más pausado, como si los europeos del Este llevaran consigo todo el peso de la historia. Mucho más centrados en mostrar su pasado histórico, bien conservado, que en un consumismo desenfrenado, los centros comerciales y negocios en general cierran a las seis de la tarde y los fines de semana desde el sábado al mediodía. Numerosos grupos de jóvenes estudiantes y visitantes animan las calles con una curiosidad por aprender las lecciones del pasado en los muros que encierran los tesoros de tan diversas culturas, desde las primeras invasiones de las tribus celtas, eslavas o romanas, hasta la Edad Media, el Renacimiento y el florecimiento de los Imperios, hasta el nacimiento de las recientes Repúblicas.

El Cristianismo, escindido en dos por el Protestantismo y la Contrareforma, fue en Europa el hilo conductor de la civilización y como prueba de ello han quedado las imponentes Catedrales e Iglesias, cuyas fachadas y elevadas alturas son un verdadero canto a la gloria de Dios. Se aprecia en esos monumentos una permanente obra de reconstrucción y restauración, por lo que es frecuente ver levantarse grandes andamios para no dejar que los destruyan el paso del tiempo y los desastres que en diferentes épocas los han asolado. El turismo se facilita porque las calles están hechas para caminar, con grandes zonas peatonales y el transporte público es puntual y bien conectado con el tranvía, el metro y los autobuses.

Muy cerca de los países que visitamos, las fuerzas de la OTAN habían comenzado la ofensiva contra Serbia, por lo que muchas personas con quienes hablamos nos expresaron su temor. Y al regreso, nos sorprendió la noticia de la matanza de estudiantes en un colegio norteamericano, por dos jóvenes suicidas que se proclamaron nazistas. Sentimos que el deseo profundo de paz sigue todavía amenazado y que a toda la belleza que hay en el mundo se opone también el terror.

Publicado en el Carabobeño el 09-05-99

21 marzo 1999

El Presidente Chávez



El presidente Hugo Chávez  es una figura controversial, sujeto de las mas variadas opiniones, desde que asomo la posibilidad de llegar a ocupar la primera magistratura del país, como en efecto lo hizo con los votos que alcanzo con sobrada ventaja sobre sus competidores. Su nombre actualmente esta en boca de todos, repitiéndose unas veces en tonos airados o encendidos de pasión venezolanista. En sus largos discursos, el dice que lo pueden llamar Chávez, Hugo o Presidente, como a cada quien le venga en gana. Informalidad a la que nos esta acostumbrando el comandante con su manera directa  de romper el protocolo.

Apenas han transcurrido tres meses de su elección y tan solo uno de su toma de posesión, cuando comienza a haber impaciencia en lo que será su forma de gobernar, a la espera de que la incógnita se despeje, puesto que las dudas persisten en cuanto a su don de mando, si va a aplicar mano dura o si mas bien será un demagogo con una fuerte dosis de sensiblería. Muchos de los que votaron por el se mantienen a la expectativa, sin atreverse a manifestarse abiertamente porque no saben con que salida inesperada les va a responder. Chávez no mide sus palabras, es impulsivo para hablar, pero tiene un método de repetir las frases enfatizando el mensaje social y el aspecto de la corrupción con la vehemencia propia de un revolucionario. El pueblo mayoritario que le dio los votos le tiene una gran confianza y en los recorridos que hace por los barrios cargando muchachitos y saludando con sonrisa franca se rodea de montones de gente humilde que le hace peticiones, mostrando una pobreza tan visible que de verdad parte el alma.

Los empresarios y todo ese amplio sector de la economía que mueve el mercado están esperando las medidas que van a regular los bienes y servicios, pero no se vislumbra nada nuevo en el corto plazo, como no sea los largos debates sobre el Referéndum y la Asamblea Nacional Constituyente. Persiste la indefinición y el Presidente no acaba de darse cuenta que no bastan las buenas intenciones para acabar con los altos precios y con el desempleo. Unas buenas medidas económicas tomadas a tiempo y defendidas por expertos en la materia, conformando un buen equipo de gobierno, son mucho mas efectivas que el puro deseo de mejorar la situación. El tema de las invasiones ha terminado por confundir a todo el país, haciendo que los inversionistas mantengan la reserva hasta tanto no se aclare el panorama político. Cuando apenas esta comenzando su mandato, es importante que el presidente sea humilde para rectificar a tiempo y que se deje asesorar, midiendo bien los pasos que va a dar, puesto que su experiencia política es reciente y mas bien domina el campo militar que se diferencia tanto del civil. Hay tantas esperanzas puestas en el como también tanto empeño en hacerlo fracasar, puesto que su personalidad produce reacciones contrarias  y así como para unos es un hombre improvisado, sin preparación, para otros es el salvador de la aplicación de una democracia que aun en estado agónico sigue con vida.

Entretanto, la oposición sigue férrea en su empeño de querer destruir a Chávez, hasta el punto de que el Ministro de la Secretaria, Alfredo Peña, denuncio un plan malvado para liquidar al Presidente. Terrible hecho que conduciría al país a un baño de sangre del que le costaría mucho reponerse, con el riesgo de una posterior dictadura militar que en ningún momento podría ser pacifica y democrática, como la revolución que promueve Chávez inspirada en el ideal bolivariano. Sus opositores están empeñados en mostrarlo como un hombre totalitario, usurpador de la propiedad privada y al margen de la ley. Sin dejarse por eso amilanar, el afirma que no dará marcha atrás para acabar con la corrupción y para ello esta ejerciendo acciones enérgicas en la administración publica, como la eliminación de escoltas, choferes, aviones, carros y celulares, además de intensificar la vigilancia en las aduanas y controlar la evasión de impuestos. Hay tantos vicios que se han hecho costumbre en quienes detengan cargos oficiales, como personas interpuestas para que todo ese quiste social mantenga sus privilegios a costa de una gran parte de la población que vive en la pobreza.

Percibimos a Chávez como un hombre sincero a quien le duele su pueblo, porque lo ve en condiciones muy desiguales ante esa inmensa riqueza del suelo venezolano que ha sido aprovechada por una minoría hábil para manejarla en provecho propio, sin pensar que el malestar social y económico a la larga se revierte contra la propia sociedad que lo propicia. El Presidente tendría que ser un poco mas moderado en sus palabras y ya que es la cabeza del gobierno, dejar el tono de combate y mas bien invitar a todos a cooperar en una gran cruzada nacionalista. Hay en el una tendencia al populismo que genera mucha desconfianza y anuncios de acciones como las de no reprimir las invasiones de propiedades privadas, o las de salir el también a robar si sintiera la necesidad, que corren el riesgo de producir conductas delictivas propiciadas desde su alta investidura.

El triunfo del gobierno de Chávez será el de todos los venezolanos. El coraje que tuvo para irrumpir contra el orden establecido, argumentando un estado de podredumbre política que lo justifico desde su punto de vista y para formar un movimiento en busca del poder que en poco tiempo desplazo a los partidos tradicionales es el de un soldado al servicio del pueblo, para rescatar los valores morales y la dignidad nacional, tal como el afirma insistentemente. De no ser así, la patria se lo reclamara en nombre de un destino que aspira a transitar por senderos de justicia social y progreso económico, diferidos en el tiempo de tantos fracasos y mentiras dichas para ocultar aspiraciones personales, mas que los ideales de una autentica democracia participativa propiciadora de igualdad de oportunidades y paz social.

Publicado en El Carabobeño y El Mundo el 21-03-99