12 abril 2002

Libertad, Chávez renuncio


El presidente Chávez perdió legitimidad, por lo que fue obligado a abandonar el poder y, por su brutalidad, se manchó de sangre. Bastante le oímos decir, en tiempos de la campaña electoral, que se iría tan pronto el pueblo se lo pidiera, lo que no cumplió por la vía pacifica. Así como dijo que, si a los seis meses de su mandato encontrara a un niño pobre pidiendo limosna en la calle, él renunciaría y hoy abundan los niños y ancianos mendigando en los semáforos y en las aceras de toda Venezuela. Sobran razones para haberle pedido la renuncia. Hasta el último momento se reportan más de una docena de muertos y 120 heridos en la marcha realizada en Caracas el Jueves 11. Saldo trágico para un desenlace esperado, que no era otro que Chávez estaba técnicamente tumbado, porque no se puede gobernar contra la inteligencia nacional.

Chávez representó un modelo anacrónico que no tiene cabida en este país, que busca por el contrario salidas hacia la modernidad para tratar de superar los vicios que lo mantienen atrasado, mejorando la economía, el aspecto social y la vida en democracia. Con Chávez nada de eso iba a superarse, puesto que en la parte económica él propugnaba el estatismo y su patrón era el mar de la felicidad cubano. Privilegió la partidocracia en lugar de la meritocracia, lo que desestimuló a los trabajadores. Alejó las inversiones extranjeras y tuvo colapsadas a las empresas nacionales. Socialmente dividió al país en dos clases antagónicas: por un lado los círculos bolivarianos engendrados con odio para defender la revolución, tal como los comité de cuadra cubanos y por el otro la sociedad organizada en instituciones democráticas dando demostraciones de civismo. No es democracia pretender gobernar por más de 20 años continuos, como afirmaba Hugo Chávez cuando decía que iba a estar en el poder hasta el año 2022

Analizando bien las cosas, él no mintió, puesto que se quitó la careta desde hace tiempo y no ocultó su admiración incondicional por Fidel Castro y sus nexos con regímenes islámicos como los de Irak, Irán y Libia. Es un hecho, demostrado con fotografías y testimonio de campesinos en la zona fronteriza, la penetración de la guerrilla colombiana en nuestro territorio, caso que Chávez nunca desmintió categóricamente. Llegó a mis manos un ejemplar de la revista Elite de fecha 23 de Marzo de 1982, con un interesante reportaje rubricado por Armando Lyos en el que escribe textualmente: ¡Sensacional!, con un antetítulo que dice: “Como la Subversión Internacional falsifica la Historia de Venezuela y con el título: EL BOLIVAR MARXISTA LENINISTA están fabricando en La Habana para el Bicentenario del Libertador”. Nos informaron que Chávez es agente directo del Foro de Sao Paulo, creado por Fidel Castro para exportar la revolución marxista‑leninista que con el mayor descaro ha tomado el nombre de Simón Bolívar. Los últimos sucesos ocurridos en la marcha realizada en Caracas nos confirman el estado represivo y guerrillero del gobierno que acaba de sor derrocado.

Nos preguntamos si es eso lo que queríamos para Venezuela y si para eso la gran mayoría votó por él. En su campaña él dijo que iba a atacar la corrupción y no lo hizo, sino más bien la extendió hacia las Fuerzas Armadas Nacionales, que trató de desintegrar para que sirvieran su propósito de convertirse en un líder tercermundista, hundiendo a Venezuela en el atraso y la mediocridad, sin partidos políticos, sin sindicatos, ni gremios, ni democracia, porque en los regímenes liderizados por caudillos mesiánicos no hay nada de eso. El pueblo no votó por Chávez para que destruyera a PDVSA ni para que la politizara ni para que despidiera a los profesionales bien preparados que han puesto a valer a nuestra industria petrolera.

Chávez se deslegitimó porque fue un presidente conflictivo, peleón, incompetente y resentido. Lejos de convocar al diálogo, abrió una brecha de separación entre la sociedad civil y su gobierno de corte dictatorial, aunque a cada momento hacía uso de la Constitución que hizo aprobar para violarla constantemente, afirmando que lo asistía la ley, cuando conocemos su estilo arbitrario de imponer su voluntad. Se burló de los compatriotas que no eran afectos a su revolución, los escarneció públicamente tanto dentro del país como en el exterior, cuando asistió a los encuentros internacionales en los que muchas veces puso la cómica con comentarios fuera de lugar.

Los venezolanos hemos dado una demostración de lucha cívica sin violencia. La oposición pacífica y democrática se enfrentó a las piedras y tiros de las hordas chavistas para pedirle la renuncia al presidente Hugo Chávez. En el marco de un paro cívico indefinido, se te manifestó que no lo queremos más. No podíamos permitir que concluyera su mandato, porque él mismo afirmaba que iba a estar en el poder hasta el año 2022 y el país ya no lo aguantaba más.

Publicado el día 12 de Abril de 2002

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