26 noviembre 1998

60 años de memoria Ateneísta



“Razón de una Memoria” escrito por Vitalia Muñoz de Chacín para conmemorar el 60 aniversario del Ateneo de Valencia, cumplido el 26 de Febrero de 1996, es un libro fundamental para la historia de la institución, puesto que sintetiza los hechos más relevantes que se han realizado en esa máxima casa de la cultura carabobeña, desde su fundación hasta seguir el orden cronológico de las diversas Juntas Directivas que se constituyeron para dirigirla durante seis décadas de fructífera labor. Con total dedicación, buscó Vitalia las actas guardadas en los archivos, los boletines y recortes de prensa que reseñaran cada una de esas gestiones, de las que ella presidió durante tres Períodos consecutivos desde 1984 hasta 1991‑ una etapa de gran importancia.

En los años iniciales del Ateneo, la ex‑presidenta (.) Luisa Galíndez publicó un folleto titulado “Diez Años de Lucha y de Trabajo”, el cual para la fecha significó también un importante aporte bibliográfico. En los antecedentes históricos de estas publicaciones, se recoge que la idea de fundar un centro cultural ya habla madurado, incluso desde el siglo pasado se fundaron tres Ateneos que tuvieron corta vida, pero que dejaron el fermento de las inquietudes artísticas que, luego de la cata de la dictadura gomecista, se manifestaron en un grupo de promotores. Entre ellos, Luis Eduardo Chávez, Vicente Gerbasi, Ana Mercedes Barroeta Tatiana de Pérez Mujica y Carmelita Iturriza. La fundación de la institución fue en la casa de la Sra. Josefa Iribarren de Iturriza y la primera presidenta fue la poetisa María Clemencia Camarón de Aude. Desde el comienzo el trabajo fue arduo para recolectar fondos y para encontrar un local apropiado, hallándolo finalmente en la vieja casa de balcones y aleros coloniales de la familia Klosa, situada en la calle Páez. La inauguración se efectuó el 12 de Julio de 1936 con palabras del Presidente del Estado Carabobo, Dr. Francisco M. Rivero y del Dr. Luis Rafael Betancourt y Galíndez. Participó también el Ateneo de Caracas, cuya primera presidenta y fundadora fue parla Luisa Escobar.

En el período siguiente le tocó presidir al Ateneo a Lita Guerra y, si bien la primera directiva estuvo integrada sólo por damas de la sociedad valenciana, en la segunda se incorporan figuras masculinas que, a Partir

De ese momento fueron activos participantes de una gestión cultural entusiasta y sostenida en el tiempo. Relata

Vitalia que el primer acto público de esta directiva fue nombrar Miembro de Honor a Monseñor Dr. Gregorio Adam, Obispo de la Diócesis de Valencia. También en este periodo ‑ 1937‑38 ‑ se inició la formación de la biblioteca.

Es relevante el hecho de la presencia de la mujer valenciana al frente del Ateneo durante cinco décadas y media en sucesión ininterrumpida ‑ desde 1936 hasta 1991. ‑ Su rol en la institución fue clave para el desarrollo de une iniciativa que nació como un ideal y posteriormente fue cristalizando en proyectos y programas que se realizaron al calor de un desprendimiento sin limites, puesto que no había remuneración económica y ni siquiera recursos suficientes, sin por ello menoscabar le calidad de las presentaciones, sino más bien tratando de conseguir nuevos aportes en beneficio del Atenea. La lista de las ex‑presidentas es larga, puesto que los períodos estatutarios duraban tan sólo un año, siendo algunas de ellas reelectas en dos y hasta tres periodos. En 1970‑72 le roed presidir a Aura Sagarzasu de Jiménez, estableciéndose a partir de entonces una duración de dos años para la directiva; Cuando se rompió la tradición ®1 ser electo José Napoleón Oropeza en 1991, se produjo cierta conmoción en le institución que al cebo del tiempo señaló un nuevo rumbo en la gestión cultural, producto de los cambios sociales insertados en la mentalidad de las nuevas generaciones.

Como siempre, lo hermoso del Ateneo de Valencia ha sido la labor de equipo que integraron hombres y mujeres motivados por expresar sus ideas en versos, colores y notas portadoras de un universo simbólico rico en imágenes y en significados. Merme Clemencia Camarán de Aude, Lite Guerra, Graciela Comer, Luisa Galíndez, Esperanza de Padrón, Gisela Sagarzasu de Guerra Méndez, Chuchuíta Carabaño de Díaz, Lola Barreta Lima, Josefina de Peer Meya, Elly Gramcko de Blaubach, Belén de Ramírez Borges, Lucila Arnao de Marín, Frida Añez, Gloria Escalona de Aguilera, Flor Gornés y Gallegos, Olga de Célis Páez, Mariana Febres Cordero, Luisa Herminia Ojeda de Célis Sauné, Carmen Cecilia Melet, Alecia Castillo de Izturriaga, Aura Sagarzasu de Jiménez, Cora Páez de Topel, Alicia Oliveros de Invernati, Tibisay Useche, Judith Villamediana, Vitalia Muñoz de Chacín fueron pilares que sostuvieron a ese gran monumento de la cultura carabobeña que es el Ateneo de Valencia.

Algunos momentos estelares de la institución fueron la creación del salón Anual de Artes “Arturo Michelena en el año 1943, bajo la presidencia de Chuchuíta Carabaño de Díaz y la vicepresidencia de Don Alfonso Marín. A partir del año 1947 se estableció el carácter adquisitivo para el Ateneo de los premios Michelena y Pérez Mujica, lo cual dio inicio a una colección valiosísima que hoy día es la base del Museo Salón “Arturo Michelena” que ha continuado la actual Junta Directiva presidida por Gropeza, con la ayuda del gobierno regional y nacional. En el año 1955 se montó la Exposición Internacional de Pintura, bajo la presidencia de Frida Añez y con motivo del Cuatricentenario de la fundación de Valencia. En 1956 se realiza el primer certamen de Literatura “José Rafael Pocaterra en las menciones de Poesía y Prosa y la presidenta para el momento fue Gloria Escalona de Aguilera. En 1954 por iniciativa del poeta Felipe Herrera Vial, se crean los Cuadernos Cabriales. En 1953 se inauguró el edificio actual del Ateneo, después de un esfuerzo heroico de sus promotores para conseguir fondos y donativos.

E1 Ateneo de Valencia está ligado indisolublemente a la historia contemporánea de la ciudad y ha sido portador de su devenir artístico y guardián de su legado cultural. E1 libro “Razón de una Memoria” da fe de ella.

Publicado en El Carabobeño el 26-11-98

19 octubre 1998

Expectativas Electorales



La política venezolana está en su punto más álgido en estos meses finales del año 98, próximo a la elección del nuevo gobierno. Como una hábil maniobra política, la separación de las elecciones regionales de las nacionales abrirá un paréntesis para los reacomodos de último momento, cuando el punto culminante del 6 de Diciembre decide la suerte del futuro Presidente de la República. La candidatura esta más que peleada entre once aspirantes, de los cuales cuatro de ellos tienen chance de ganar, abriendo el compás de los pactos de ultima hora y la elocuencia de las palabras transformadas en promesas. Es indudable que lo que requerimos es a alguien que conduzca a la nación por buen camino y para ello urge una serie de condiciones que los candidatos procuran cubrir en las numerosas presentaciones publicas ante destacados panelistas, en foros televisados y en los recorridos por todos los pueblos y ciudades de la geografía nacional.

Maduro en años pero inconsistente en la practica, el gobierno del pueblo soberano no ha cumplido con las expectativas de la estabilidad socioeconómica, anclado en la pobreza del 80% de la población y el mal manejo de la administración publica. La situación es de total incertidumbre por la disolución de los partidos, dándose el caso peculiar que figuras prominentes de una u otra filiación política se han cambiado de bando desertando de sus propias filas para pasar a la oposición, por lo que hay copeyanos en AD, adecos con chavistas y masistas o copeyanos con Salas. Juego de intereses encontrados o simple razonamiento lógico el común de los venezolanos esta confundido. En un artículo de opinión publicado en este mismo diario el pasado 5 de Octubre dice el columnista Justo López Madriz que “por primera vez en cuarenta años de democracia la panorámica electoral luce confuso y atemorizante”, sosteniendo más adelante que el bipartidismo se rompió por la pérdida de las bases ideológicas.

La disolución de los partidos tradicionales por obra de los líderes fundamentales de esas organizaciones, como fue el caso del Presidente Rafael Caldera al abandonar a Copei para fundar Convergencia y el aislamiento a que fue sometido el ex‑presidente Carlos Andrés Pérez por parte de sus compañeros de base cuando fue derrocado para someterlo a un juicio político, provocando una ruptura entre los que estuvieron a favor de la acción y las que la rechazaron. El lanzamiento de dos militantes de AD en estas elecciones, Alfaro y Claudio, confirma tal aseveración, acentuándola la candidatura de Miguel Rodríguez con el programa económico que sacó a Pérez de la presidencia.

En cuanto a Copei se refiere, el resquebrajamiento ideológico lo hace temblar en la cuerda floja del oportunismo, al haber dejado a un lado a la militancia y a la juventud socialcristiana que se formó en los cuadros de la lucha programática. El candidato más idóneo para estas elecciones era Eduardo Fernández, sin duda un hombre que trató por todos los medios de impulsar su plataforma política recogida en su proyecto Pensamiento y Acción. Al dejarlo a un lado y escoger a Irene Sáez Copei se equivocó, porque ella no transmite la imagen de personalidad fuerte que todos ansían para que la gobernabilidad se manifiesta con mano dura contra la corrupción, la inseguridad personal, jurídica y fronteriza y la inestabilidad socioeconómica. Irene ha demostrado ser una mujer con grandes dotes de superación, pero su figura de mujer bella y dulce la entraba en las momentos en que el país pasa por una profunda crisis.

La ruptura de los partidos y la desconfianza de los venezolanos en el sistema tradicional que terminó por desencantar los ánimos, dejó la brecha abierta para el surgimiento de los dos candidatos que polarizan la intención de los votos: Hugo Chávez Frías del Polo Patriótico en representación del militarismo de izquierda, can un mensaje bolivariano qua lejos de tranquilizar asusta al mezclar en sus discursos a la Biblia con las armas. Chávez es un enigma tildado por unos de dictador y comunista y por otros de hombre valiente y nacionalista. La Constituyente que él propone podría ser una mera formalidad para disfrazar un estado de confusión tal que acabaría por hundirnos en el caos del populismo. La opción de Henrique Sales Römer se debate entre los que ven en el a un líder de gran preparación e inteligencia y los que por el contrario lo señalan autoritario y dispendioso en el gasto publicitario y proclive a ejercer una dinastía familiar tan alejada de nuestro sistema de alternabilidad democrática.

Falta poco tiempo para que la incógnita se despeje, primero en la escogencia del candidato y posteriormente en sus ejecutorias públicas, que deberían corresponder a los planteamientos programáticos de sus campañas electorales. Desencantado como esta ya el pueblo venezolano de promesas incumplidas, depositará con fe ciega su confianza en aquellos gobernantes que respondan mejor a sus expectativas, porque si bien el piso político de los partidos esta hundido, el país tiene que seguir hacia adelante y el surgimiento de nuevos liderazgos podría ser de buen presagio para una conducción novedosa fundada en un modelo de desarrollo sostenido en el bienestar individual y el progreso social.

Publicado en El Carabobeño el 19/10/98

21 agosto 1998

Desempleo



La inestabilidad del mercado laboral es un signo de la tambaleante economía nacional. Las empresas no pueden continuar sosteniendo las abultadas nóminas de los años prósperos de décadas atrás. Cientos de trabajadores han quedado cesantes por reducción de personal, como el caso reciente de Telares Maracay que dejó en la calle a mil cuatrocientos empleados, porque la empresa se declaró en quiebra al no poder cubrir los elevados costos de producción en una economía distorsionada por los altos intereses, servicios a impuestos costosos y devaluación. El secretario general de la CTV, Carlos Navarro, declaró que cien mil trabajadores han sido despedidos desde Mayo hasta la fecha.

Manufacturas que tenían doscientos trabajadores hoy tienen sólo cincuenta. Otras de dos y tres turnos se han quedado con uno, disminuyendo la oferta al contraerse la demanda. Según declaraciones de la industria automovilística, la venta de vehículos se ha reducido en un 40% , obligando a las ensambladoras a bajar la producción. Igual sucede con la rama metalmecánica y en cuanto a la textil la situación es dramática, ya que la libre importación de ropa deja a la fabricación nacional en competencia desigual con la manufactura asiática, particularmente. La industrial del calzado sufre, así como la textil, la competencia desleal que le impone el contrabando y la importación de zapatos en detrimento de lo hecho en Venezuela.

El presidente de Conindustria Luis Henrique Ball anunció la caída de veinticuatro mil puestos de trabajo menos en el segundo trimestre del 98, afirmando que esto ocurre porque la industria no tiene donde colocar los productos. Así también el presidente de Fedecámaras Francisco Natera alerta sobre la quiebra masiva de empresas debido a la política confusa del Banco Central, del Ministerio de Hacienda y de la asociación bancaria. En cuanto a los trabajadores del Estado, la burocracia continúa siendo frondosa, constituyendo un verdadero problema para el gobierno tener que despedir a tanta gente que sobra en la administración pública, pero que mantiene en sus puestos para evitar un conflicto social de gran magnitud, no estando el sector privado en capacidad de absorber a toda esa masa laboral que se desplazaría en busca de nuevas oportunidades.

En la reciente 54 Asamblea Anual de Fedecámaras se puso de manifiesto una vez más la protesta del sector industrial por la falta de incentivos para fortalecer la economía, agravada por la cuestión electoral que todavía no se ve muy clara con el posible triunfo del Chavismo y con la ruptura de los partidos políticos que tiende a confundir la situación. Empezando por la comida, que es la base de sustentación del pueblo, aquí es mas fácil importar que sembrar y cosechar en suelo venezolano, lo que ha dejado a la agricultura en su peor momento y los campos abandonados, mientras en las ciudades crecen los cinturones de miseria y se agrava el desempleo. Según un estudio de la Oficina Central de Estadística a Informática en el primer semestre de 1998, la población desocupada es de un millón cien mil personas y el sector informal de la economía alcanza a unos cuatro millones. El desempleo es un circulo vicioso que conduce a la pobreza puesto que a menos trabajo hay menos riqueza en poder del público, limitándose la expansión del gasto y contrayéndose el consumo.

Por otra parte, en Venezuela hay escasez de mano de obra calificada, debido a las deficiencias de nuestro sistema educativo. Sobre todo a nivel técnico, la mano de obra está poco preparada, teniendo muchas veces que recurrir a la improvisación que proviene de aprender en el lugar del trabajo, puesto que en cualquier actividad laboral se trata de sacar adelante la faena propuesta y así como para el patrón es importante conservar a aquellos empleados que conocen bien su oficio, así también para éstos es conveniente mantener un cargo estable y bien remunerado. Machos trabajadores se han formado por sí mismos, al tener que salir a la calle a buscar un oficio para sobrevivir en una sociedad en la que todo tiene un precio, representando el trabajo el rendimiento económico fundamental para cubrir las necesidades de subsistencia, salad, vivienda y recreación. “Tanto sabes tanto vales” es un dicho que mantiene vigencia plena y es por eso tan importante la preparación profesional como es la obtención de puestos vacantes. El saber cómo siempre paga a la horas de tener que recurrir a alguien para reparar un motor de carro, un artefacto doméstico o una complicada máquina electrónica y en cualquier empresa grande o pequeña los trabajadores son un factor de producción determinante.

La gerencia moderna insiste en el entrenamiento y motivación del personal para hacerlo sentir responsable por la labor que ejecuta. Aunque los enemigos de la industria sostengan lo contrario, a una empresa no le interesa despedir a los trabajadores bien entrenados, siendo por el contrario signo de progreso poder sostener una nomina abultada. Por otra parte, el país necesita gente preparada en las variadas ramas del quehacer nacional, puesto que la especialización es una necesidad en el mundo actual y cualquier oficio es importante si se sabe desempeñar bien. Un mecánico de carros, un electricista o un trabajador de la salad conocedores de su profesión son personas apreciadas por Bus conocimientos y se (rata de que todas encajen en el complejo engranaje social. Dejar a gente sin trabajo es injusto cuando el país necesita de todos para salir adelante. Una política de pleno empleo, bien remunerado y especializado, es fundamental para mantener la paz y lograr el equilibrio del sistema.

Publicado en El Carabobeño el 21-08-98

10 julio 1998

Fútbol y Política



Si bien Venezuela no tiene tradición de fútbol ni mucho menos participa en el Mundial, la teletransmisión de los juegos ha paralizado a medio país, centrándose la atención de los espectadores en los encuentros entre los equipos representantes. El Mundial de Fútbol que se juega en Francia ha acaparado el centro de los acontecimientos, dejando a  la política en un segundo plano, a tan sólo seis meses de las elecciones nacionales. Es como un paréntesis  de gran frenesí antes de entrar de lleno en la contienda electoral.

Emoción y competencia, el fútbol es tan apasionante como enérgico, tan ágil como el balón que rueda con tan sólo un puntapié. Dando patadas y cabezazos a la pelota para meterla en el arco, pasándola  de uno a otro pie en una combinación de destreza y vigor, los jugadores se mueven con tanta rapidez que el dinamismo es uno de sus mayores atractivos.  La fortaleza física es una condición fundamental par ser un buen goleador, pero también la inteligencia y habilidad para manejar bien las situaciones favorables. Por Brasil el Rey Pelé se hizo famoso al anotar goles que estremecieron al mundo futbolístico. Por Argentina, Maradona saltó al estrellato. Bebeto y Ronaldo, Baggio, Hernández, Vieri y Batistuta son nombres que pasarán también a la historia de los mundiales, con récords que reseñan los medios de difusión deportiva, indicativos de estrategias afinadas en las canchas para colocar la pelota tras burlar al arquero en el campo contrario.

La política, en cambio, tiene a la gente fría. No despierta entusiasmo. Aquellas multitudes que estremecidas vitoreaban a los líderes de masas se han apagado, sumidas en el letargo del conformismo. Votar por el menos malo y no por el mejor es la consigna, porque los políticos han perdido credibilidad. Ya nadie confía en ellos, tan hastiados estamos del doble discurso. En tanto que en la política vale el juego bajo para tumbar al adversario y las reglas del juego no se respetan, las zancadillas en el fútbol se pagan con penalty declaradas por el árbitro y su agresión es objeto de caída, no sólo física sino de puntuación, por lo que los jugadores tienen que cuidarse muy bien de no facilitarle el triunfo al rival. En el deporte los puntos se cuentan con exactitud, sin medias tintas y para ser el mejor hay que esforzarse.

De tanto jugar sucio, los políticos en Venezuela le han dado golpes mortales al sistema democrático, que lleva ya 40 años sufriendo los embates de las malas pasadas. El presidente Caldera se empeñó en una segunda vuelta para terminar por darle un puntapié a la economía nacional, hundiendo al país en una crisis financiera agobiante. Y preparándose para las próximas elecciones, Alfaro luce cansado a su avanzada edad y no se vislumbra que pueda anotar la “V” de la victoria con tan escasas fuerzas. Claudio se precipitó tanto al separarse de su equipo que se propinó un auto gol, facilitándole la llegada al equipo contrario. La tersura de Irene y su larga cabellera le restan energía para emocionar a las multitudes que la ven más como la madrina de los juegos que como la campeona. La altivez de Salas Römer le impide patear desde el suelo, prefiriendo los caballos para el lanzamiento, lo que le quita fortaleza. Chávez juega solo sin el apoyo logístico que le facilite un resultado favorable.

Es fácil desligar al fútbol de la política y hay mucho de nacionalismo exaltado en las preferencias del público, quizás por el hecho de que cada uno de los equipos representa a un país, completando treinta y dos las delegaciones en esta temporada. Se enarbolan los colores patrios en los campos de juego y en las celebraciones por el triunfo, o en el ímpetu de la derrota,  el sentimiento patriótico siempre sale a relucir. Estados Unidos versus Irán, Inglaterra versus Argentina, las grandes potencias contra los países en desarrollo compiten por igual en encuentros que apuestan a que ganen los mejores. La presencia de los reyes de España,  Juan Carlos y Sofía, aupando a su país cuando le tocó jugar, es indicativo de la pasión que sienten los españoles por el fútbol, hasta el punto de considerarlo orgullo nacional. Así también el príncipe Carlos de Inglaterra se ha mezclado con el público para ver de cerca a su equipo, demostrando el interés que siente por el deporte que logra hermanar a los pueblos cada cuatro años, haciéndolos vibrar con emoción en tan sólo treinta y tres días de reñida competencia.

Venezuela no participa en el Mundial con un equipo que la represente, pero sentimentalmente sus preferencias están con Brasil o con cualquier otra delegación latina.  Las manifestaciones del pueblo cuando sale en caravana a celebrar, tocando cornetas y agitando banderines, son tan espontáneas como alegres, tan contrarias al tropel de protestas aireadas por los malos gobiernos.

El gol es grito de júbilo para el jugador que coloca la pelota en el arco. El narrador arrastra la O aclamando el goool que es la clave del triunfo. Los fanáticos se estremecen y la ola no se hace esperar. Sesenta mil personas sentadas en un estadio, millones de miradas puestas en una cancha y los jugadores que no cesan de patear son un espectáculo de grandes proporciones.  Lo suficiente como para justificar la categoría de campeonato mundial.

Publicado en El Mundo el 10-07-98

Publicado en El Carabobeño el  06-07-98

08 junio 1998

Tráfico Pesado



Con un aumento desbordado de la población en el que la planificación urbana por parte del estado ha ido ala zaga del progreso, Valencia se ha extendido hacia los cuatro puntos cardinales, ampliándose la red de circulación vial en una variedad de rutas que se conectan Para darle acceso a diversos sitios de la ciudad 1 a estructura vial de nuestra capital presenta cuellos de botella que entorpecen el tráfico en las calles que se han quedado estrechas o a las que no se les han construido los debidos empalmes El elevado que comunica a el Viñedo con el Trigal, el que une a la avenida Femando Figueredo con la Andrés Eloy Blanco y por abajo a la calle Guzmán Blanco con el Paseo Cuatricentenario y el elevado de La Quizanda fueron hechos en pasadas administraciones con el propósito de aliviar las comunicaciones, así como la redoma de San Blas fue transformada en una estructura aérea de doble piso.

Con la excepción de la autopista del este, Valencia carece de otra vía rápida que la comunique directo de norte a sur. Como continuación de la autopista regional del centro, ésa ha pasado a ser una avenida de eran circulación, congestionándose particularmente con el tráfico vehicular de la zona industrial y el que pasa de Caracas o Aragua hacia Puerto Cabello, sin que la variante Guacara‑Bárbula contribuya mucho a aligerar ese paso, ya que la mayor parte de los conductores no se desviar para tomarla sino que prefieren seguir de largo por la autopista. En el centro la avenida Bolívar cruza en la Cedeño y se topa con la redoma de Guaparo en el norte, en la que desembocan los carros que salen de la autopista para seguir hacia Naguanagua o entrar a Valencia.

Por no haberse concretado las expropiaciones. por falta de recursos o de voluntad política, hay vías que no se han continuado para darle fluidez a importantes avenidas que demandan premura en su ejecución La ampliación de la avenida Bolívar a partir de la Cederio está paralizada, dejando trunca la principal arteria de la ciudad. El enlace vial que conectará a Mañongo con la avenida Universidad cuya conclusión fue prometida para este año avanza lentamente. El Paseo Cabriales llega hasta los limites de El Trigal, interrumpiendo el paso en la avenida San José de Tarbes, la avenida Aranzazu se ejecuta con una pasmosa dificultad y las zorras del sur de Valencia tienen tina pésima vialidad.

En las calles intentas de la ciudad se forman algunos cuellos de botella que se hacen insoportables en las horas pico La Roias Queipo. cruce con avenida Bolívar, es muy estrecha parra los carros que salen de la autopista, por lo que la trafica es inevitable. letal sucede en la penetración a la Urb. Santa Cecilia, cruce con avenida Andrés Eloy Blanco y otro tanto al bajar el elevado de Los Colorados. En la avenida Bolívar norte, frente al Banco Unión y la Torre Camoruco el congestionamiento de vehículos y autobuses molesta la paciencia de los conductores. La circulación en el casco de la ciudad es pesada por lo angosto de las calles v las deficiencias del transporte público

El automóvil es el medio de transporte fundamental a nivel particular y el autobús o camionetica para uso colectivo. Montarse sobre ruedas para poder llegar a tiempo es un imperativo de la vida moderna en ciudades extensas de autopistas que conectan a unas poblaciones con otras, para facilitar el tránsito de gente y de mercancías cometiéndose el gravísimo error de desmantelar la red ferrocarrilera que teníamos anteriormente v los tranvías aire cubrían rutas centrales, saliendo de la estación que hoy ocupa el Rectorado.

No estamos acostumbrados a planificar nuestra actividad diaria y salimos a la calle a cada momento, haciendo uso individual del automóvil en lugar de invitar al vecino o al compañero de oficina a salir con nosotros. Tampoco nuestras calles tienen buenas aceras para caminar y queremos tener todo cerca, Por lo que estacionamos el carro en cualquier parte con tal de quedar bien pegados del lugar al que vamos. La falta de regulaciones estrictas y un sistema de Paradas de autobuses desplazadas eme se Presta todavía a muchas confusión no acaban de mejorar el tráfico. En las calles interiores, los autobuses todavía acostumbran detenerse a cariar o bajar Pasajeros en medio de la vía, sin importarles los que vienen atrás. Los puestos de SAVI en las avenidas principales harían inútil el Papal de tres mujeres fiscales en cada uno de ellos, si los semáforos estuvieran bien sincronizados, pero éstos funcionan con todas las fallas de nuestro sistema eléctrico, obligando a los conductores a mantener la tensión para adivinar los cambios de luces.

La proliferación de negocios en casas se presta a la anarquía urbana y los locales comerciales con puestos de estacionamiento muchas veces escasos, unido al irrespeto del flechado y a la circulación de los vehículos en doble vía‑ estacionándose a ambos lados de la calle, así como la alta densidad de población concentrada en poco espacio son factores que también entraban el tráfico. Desplazarse con facilidad es una necesidad para el ritmo de vida actual que transcurre gran parte del tiempo en la calle, con la misa de la gente une se mueve en una y otra dirección. Es por eso que odiamos el tráfico cuando quedamos atascados en una cola que no avanza, hasta que los nervios en punta nos hacen vociferar y sufrir del stress tan común en nuestra sociedad actual.

El crecimiento de Valencia tiene que ir parejo a la vialidad, correspondiéndole a las autoridades competentes para que la comunicación vehicular se desenvuelva fluidamente y la ciudad sea un lugar vivible en el mejor sentido del término.

Publicado en El Carabobeño el 08-06-98

25 mayo 1998

El dinero vale todo



A nadie se le ocurriría en esta época guardar su dinero en un hoyo en el jardín, tal y como hacían en el pasado cuando el dinero valía poco y las cosas eran tan baratas que el centavo y la locha eran monedas de uso común, así como  el medio, el real y el bolívar servían para, comprar la comida y para pagar los servicios, sumando cinco, diez o quince bolívares se completaban los jornales y los alquileres. La vida era mucho mas sencilla, no había lujos ni publicidad comercial, mucho menos sociedad de consumo, ni el ansia de dinero desmesurada que aguijona actualmente a mucha gente, provocada por un sistema financiero competitivo basado en el neoliberalismo económico.

Todavía en los años setenta el costo de la vida era relativamente barato. Un profesional recién graduado ganaba cinco mil bolívares y el alquiler de una casa no pasaba de veinte mil, costando su adquisición no más de doscientos mil bolívares. Comprar un carro era un asunto de cincuenta mil bolívares, cuando mucho. Eran los tiempos del dólar a 4,30 y el dinero alcanzaba para todo. Los bancos tenían su actividad y ya, por supuesto, los depósitos se habían incrementado, en la medida en que la economía comenzó a moverse y los precios, al principio tímidamente, comenzaron a dispararse En la década de los ochenta, tras la jornada del Viernes Negro, cuando el bolívar frente al dólar sufrió su primer descalabro, el dinero se descompensó dando inicio a un proceso inflacionario que sacó a la unidad monetaria del bolívar fuera de circulación, dejando a las de menor valor como piezas de museo de las que ya la gente ni se acuerda 

Es a partir de la década actual que los bancos comenzaron a ejercer su tiranía sobre el público ávido de guardar el dinero donde obtuviese mayor rendimiento, puesto que la depreciación de la moneda producto de la inflación y de la especulación financiera, ha sido tan aguda que ya los billetes de cinco mil bolívares se han quedado cortos para satisfacer medianamente la unidad de demanda de bienes y servicios, teniendo que recurrir ahora a los millones y hasta a los millardos para, cubrir los costos de cualquier operación de compra-venta.

Con un flujo de dinero tan elevado, ir al banco se convirtió en una necesidad casi diaria, así como ir a la oficina, al supermercado o a hacer cualquier otra diligencia imprescindible Descuidar el balance de las cuentas es tan grave como dejar de trabajar, pudiendo la persona descapitalizarse en poco tiempo si no está atenta a la baja de los intereses o a la cámara de compensación al efectuar sus depósitos. Por otra parte, la inseguridad personal ha hecho que nadie se atreva a tener mucho dinero guardado en la casa.

Cuando los bancos comenzaron a jugar con las tasas de interés hace unos años atrás, antes de que estallara la crisis financiera, llegando a ofrecer hasta más del 30%, aquello se convirtió en una locura colectiva, teniendo los ahorristas que buscar mayor ganancia para los depósitos. El venezolano, que no estaba acostumbrado a ahorrar, comenzó a guardar el dinero en espera de mejores beneficios, pero por otra parte, como la caída del bolívar frente al dólar fue tan abrupta, la fuga de la divisa se acentuó. Las transferencias monetarias, los depósitos, retiros, plazos fijos, participaciones, fondos mutuales y bonos quirografarios pasaron a ser operaciones de rutina, formándose largas colas ante las taquillas de las entidades bancarias

Cuando estalló la crisis financiera del 93 con la quiebra de 15 bancos y la intervención estatal por parte del gobierno de Rafael Caldera, el publico se desbocó y las largas colas se convirtieron en bandadas de gente queriendo saber el destine de su dinero. Luego vino el desvió de los millones de dólares en auxilios financieros y la huida del país de los banqueros prófugos de la justicia. Todo aquello fue como una pesadilla de la que todavía no acabamos de despertar. Pese a las declaraciones del Ministro de Hacienda, Freddy Rojas Parra, de que el sistema financiero venezolano se ha fortalecido en los últimos años, los bancos continúan dando un mal servicio y así lo demuestran las files apretadas de personas que se forman diariamente en las agencias bancarias, esperando su turno con toda la paciencia del mundo.

Las quejas de los usuarios son la falta de información y de atención al cliente, haciendo lo contrario de lo que anuncia la publicidad. Las taquillas para depositar y para cobrar son `las mismas, con el consiguiente retardo cuando la transacción es algo más que complicada. La suspensión de la línea telefónica es frecuente, lo que paraliza el servicio por un tiempo que se hace interminable cuando uno esta apurado. Estar en una cola es, un tiempo muerto que se gasta haciendo nada, parado allí sin poder distraerse en otra cosa. Generalmente no hay cambio para dar billetes de mayor o de menor valor cuando el cliente lo pide. El pago de servicios como el teléfono, la luz, el seguro social, unido al de las tarjetas de crédito, los celulares y el cobro de pensiones, jubilaciones y becas alimentarias en las entidades bancarias, junto con las operaciones cambiarías y financieras que son de su competencia, han hecho que estas estén sobrecargadas de funciones y por lo tanto estén dando en la actualidad un mal servicio. Tampoco se justifica el feriado bancario en la semana de cinco días. Los cajeros automáticos se dañan a menudo y hay numerosas denuncias de que atrapan las tarjetas.

Ojala que la nueva política de fusión de la banca extranjera con la nacional, adoptando modernas tecnologías y ampliando el capital, estableciendo el horario corrido y diversificando funciones sirva para mejorar el servicio. No es con rifas ni sorteos que se genera la confianza del publico, sino elevando el rendimiento y dándole a los usuarios el trato justo que se merecen en la prontitud y eficiencia de sus tramites económicos, para que esos espectáculos bochornosos de gente perdiendo parte de su precioso tiempo, haciendo colas para poder comer o depositar, no se sigan repitiendo, puesto que no son sino otro signo de nuestro subdesarrollo, siendo inclusive una terrible tiranía al encadenarnos con su enredada maraña de la que, por el efecto del valor del dinero en la sociedad actual, no podríamos desprendernos sin la aplicación de un sistema eficiente que lo haga funcionar.

Publicado en El Carabobeño el 25-05-98

23 abril 1998

Paco Cabrera




La gestión de Paco Cabrera al frente de la Alcaldía de Valencia se considera positiva, resaltando el personaje como una figura prominente que goza de aceptación popular al ser visto mes como gerente de la administración municipal que como político representante de un partido, sin desconocer por ello su afiliación con el Proyecto Carabobo.

En los dos años que lleva al frente del Concejo, Paco ha ejercido una labor eficiente que se deja ver en el ornato de la ciudad, particularmente el relacionado con el rescate de las plazas y el mantenimiento de las áreas verdes, con la poda de los árboles sembrados en las avenidas y urbanizaciones. Al pasar por ellas vemos cuadrillas de la Alcaldía equipadas con herramientas de trabajo eliminando ramas marchitas y limpiando el monte a machete, para luego recoger la basura, lo que está haciendo de Valencia una ciudad modelo en limpieza y ornato, agradable el sentir que los espacios públicos se cuidan para el disfrute de todos.

Es preciso reconocer que esta labor comenzó en el gobierno de Henrique Salas Römer con la Operación Alegría y no sabemos si la de Paco es una prolongación de ésa, o si ha sido su iniciativa propia, pero en todo caso corresponde más a la administración municipal que a la gobernación efectuar el barrido de las calles y le eliminación de la basura y la maleza, tareas que por simples que parezcan tanto influyen en al bienestar colectivo.

En la continuación de ese trabajo de ornato, el rescate de las plazas y parques de la ciudad ha sido también de gran importancia, puesto que muchas de ellas estaban abandonadas, como la de las Esculturas en El Viñedo que carecía de vigilancia y mantenimiento, por lo que valiosas obras de arte se habían deteriorado y otras se las robaron, lo que constituía un descuido imperdonable de parte de nuestras autoridades que, afortunadamente, fue reparado por la actual administración municipal al frente de Paco Cabrera. Ese jardín es un rincón privilegiado de la ciudad con la monumental Bacante del escultor Andrés Pérez Mujica desbordando sensualidad, como invitando a los transeúntes a detenerse en el lugar.

En el orden de adecentar la ciudad, la reubicación de los buhoneros en mercados especiales construidos para ellos ha sido un acierto que le ha devuelta a las calles la amplitud de sus espacios naturales, dejando al mismo tiempo que los comerciantes ambulantes continúen vendiendo de forma organizada. Los altos precios de las mercancías hacen que a mucha gente la guste comprarle a los buhoneros, pero es mucho más cómodo encontrarlos en sitios determinados que regados por todas partes en un desbarajuste sin limites, tal como ocurría anteriormente, sin que ningún gobierno lo hubiera encontrado solución al problema.

La reconstrucción del Cementerio municipal es una manifestación de respeto a la memoria de los difuntos cuyos restos reposan en el pez del Señor, pero que debido a la desidia oficial, eran violados Por delincuentes que hacían de las suyas ante la falta de vigilancia. Los deudos pueden ahora rezar con tranquilidad por sus seres queridos, rodeados de esos hermosos monumentos de ángeles y santos que adornan los panteones familiares, lápidas y mármoles funerarios que guardan los amores y añoranzas de todos aquellos a quienes les tocó partir hacia la Eternidad.

Otros planes tiene Paco Cabrera para el futuro cercano y al hablar de ellos con los periodistas, según lo podemos leer, se muestra optimista particularmente en el área cultural con la presentación en el mes de marzo del tenor Pavarotti en la Plaza Monumental, para lo cual se ha volcado íntegramente a remodelar el coliseo. Ojala que éste pueda quedarse como escenario de espectáculos artísticos y no como ruedo de sangrientos sacrificios de toros que lo que hacen es exacerbar la violencia y la crueldad, lejos de exaltar el espíritu, como en cambio lo hacen las expresiones culturales.

En la lista de realizaciones de la actual administración municipal en la que junto al Alcalde también participa gente valiosa como Lucy Giugni de Alvarado María Isabel Domínguez de Lamarche y Jorge Preciado, entre otros, no debe olvidarse que todavía faltan muchas cosas por hacer, sobre todo en lo relativo al bacheo de las calles que hacia el centro y hacia el sur presentan un estado deplorable y no se justifica que se gaste tanto en ornato, mientras las calles están rotas, porque mucho más importante es una vía bien pavimentada que adornada.

Hacer que se respete la zonificación es asunto prioritario para evitar que continúe la anarquía de los negocios y comercios en sitios residenciales y tradicionales de Valencia, como es el caso de las urbanizaciones y de San Blas, la Candelaria y la Pastora, produciendo un desorden urbano incómodo y antiestético que es imagen de la improvisación e ilegalidad a la que hemos estado acostumbrados. El transporte público ha mejorado con la puesta en circulación de nuevas unidades de la Alcaldía, pero continúan las deficiencias para una población que sale muy temprano a trabajar y no debería tener que soportar largas colas a le hora de regresar a sus hogares. Sabemos que todos estos aspectos los ha contemplado el Alcalde y está tratando de resolverlos, poniendo en práctica el slogan que lo llevó al triunfo político para ocupar tan importante cargo. Delo por hecho. Valencia merece ésa y mucho más.

Publicado en El Carabobeño el 23-04-98

22 abril 1998

Semana Santa o profana



La Semana Santa es tiempo de luto, de meditación sobre el misterio divino de un Dios hecho hombre para redimir a la Humanidad de sus pecados. El culto católico conmemora los días de Semana Santa con la solemnidad propia del caso, significando el Vía Crucis el camino del Calvario que recorrió Jesucristo con la cruz a cuestas para entregar su vida por los hombres, lo que significa la esencia misma del Cristianismo.

Le religión católica centra en la Semana Santa el motivo fundamental de su doctrina, aceptando los preceptos que dispone la Iglesia, entre ellos la celebración de los actos litúrgicos el Jueves y Viernes Santo. El hecho de que esos días hayan sido declarados de asueto, representa la aceptación oficial de que Venezuela es un país católico. Años atrás, cuando el fervor religioso del pueblo se manifestaba en el recogimiento de los días santos, la gente se congregaba en los templos, participaba en las procesiones y ayunaba.

Por una distorsión incomprensible, a no ser por las enormes contradicciones que han llegado a afectar a nuestra sociedad tan seriamente como para producir la crisis que hoy vivimos, la Semana Santa se ha convertido en Venezuela en un motivo más para no trabajar, ni para estudiar, desatándose en esos días una movilización humana de tal magnitud que muchos de los recursos de los estados tienen que ponerse a disposición de ese intenso trajinar de gente. Es como si el país se voltease por entero, yéndose cada quién a un sitio diferente de donde está, dejando las ciudades desiertas y prácticamente paralizadas en su actividad laboral. Las fábricas paralizan su producción, cierran las oficinas, los bancos, los centros de servicio y todos hacen planes para salir.

Desde el Viernes del Concilio, las escuelas dan vacaciones y, para no tener a los muchachos ociosos en la casa, los padres tienen que llevarlos a alguna parte. La administración pública y privada también suspende el trabajo y la publicidad comercial comienza a bombardear por los medios de comunicación las ofertas de la Semana Santa, ofreciendo promociones turísticas de todo tipo para el disfrute de los sitios de recreación, haciendo que el ambiente se tome propicio para la diversión más que para la obligación. Evadir la realidad es más fácil que profundizar en el significado del deber cumplido. Toma tu cruz y sígueme exige sacrificios que nuestra época sumida en el materialismo encuentra difícil de observar. Si bien el Jueves y Viernes Santo son los únicos días libres para el culto católico, el motivo ha servido para que las prácticas religiosas se cumplan en su mínima expresión y más bien se de rienda suelta al escapismo.

En esos días de asueto, la Guardia Nacional, la Dirección de Tránsito Terrestre, los cuerpos policiales, los bomberos, el MTC, la Disip y Defensa Civil hacen gala de una demostración de eficiencia tal que bien quisiéramos que se ejerciera todo el año, puesto que así no tendríamos ese triste saldo rojo de accidentes, atracos y violaciones a la ley que a diario ocurren en nuestros pueblos y ciudades, sin que las autoridades pertinentes se pongan de acuerdo para prevenirlas. Los operativos de tránsito y seguridad son efectivos cuando atienden a los ciudadanos plenamente, siendo insólito que se movilicen hacia las carreteras y caminos, mientras que en las ciudades los pocos que se quedan estén desasistidos a merced del hampa, con las clínicas y hospitales trabajando a media capacidad y las autoridades aprovechando el tiempo libre para huir de sus obligaciones.

El motivo religioso de la Semana Santa se ha deformado hasta tal punto que, fuera de los templos, la conmemoración se ha vuelto más pagana que cristiana y si muchas familias se reúnen en esos dios de una manera sana, como es cierto que así lo hacen y otras aprovechan para tomar un merecido descanso, también es verdad que el asueto es un pretexto más para suspender el trabajo y las tareas escolares. En tiempos de crisis como los que vivimos, esta situación es grave, pues aparte de que la moral se relaja con tanta francachela y excesos alcohólicos que aumentan en las temporadas de los llamados puentes de fin de semana, también la conducta del venezolano se debilita por falta de exigencias. Como bien lo dijo el Arzobispo de Valencia, Jorge Urosa Savino: ese no es el camino de la prosperidad. Creo que debe ponerse coto a esa flojera, que aprovecha cualquier oportunidad para alargar los días de descanso.

Sería menester que la Iglesia venezolana reflexionara sobre estos puntos y haga ver al gobierno la necesidad de que no se suspenda la actividad laboral ni escolar en los días santos. No puede hablarse de Semana Santa en una fecha en que se está más pendiente de comprar el traje de baño y la tienda de campaña, o el boleto del avión o del autobús, que de programar las visitas a los templos. Un país que se respete no debe paralizar todas sus actividades en las ciudades principales, para irse a las playas y a las sabanas durante cinco días continuos, porque dos mil años atrás Cristo crucificado murió por nosotros.

Entre tanto, el país pierde enormes recursos económicos que el aparato productivo tiene que pagar por mantener el ocio y el despilfarro de una costumbre que ya se torna insoportable por lo que se ha abusado de ella. La cultura de un país se mide por sus tradiciones arraigadas firmemente en el ánimo colectivo y si la fe del venezolano es esencialmente cristiana, debería reflexionar también sobre este punto, para no continuar profanando los días Jueves y Viernes Santo con temporadas de vacaciones bien alejadas del verdadero sentido religioso.

Publicado en El Carabobeño el día 22-04-98