Nació en una población llamada Copetón, cerca de Güigüe, en el año 1911
y falleció en el año 1979. Siendo apenas un niño, llegó a Valencia, donde comenzó
a trabajar en oficios sencillos que realizaba con mucho empeño, entre ellos fue
ayudante de su padre, Zenón Urriera, quien era barbero. Luego trabajó en la
radio y se hizo locutor oficialmente. Trabajó también en el diario "24
Horas".
Pasó después a desarrollar una actividad política y sindical desde el partido Acción Democrática, liderizando una intensa actividad honesta y con mística, siempre del lado de los obreros, en los años fundamentales que forjaron el espíritu democrático y libertario de nuestro pueblo, luchando contra la dictadura. Fue miembro del Congreso Nacional y de la Legislatura Regional.
El nombre de Ricardo Urriera fue escogido, gracias a las gestiones emprendidas por su amigo Antonio García Suárez, junto al diario "24 Horas" y Radio América, como un merecido homenaje, poco después de su muerte, para denominar a una popular urbanización del Sur de Valencia, que anteriormente se llamó "Las Babas".
Su busto en bronce está colocado en la plaza diagonal a la sede de la Cámara de Industriales de Valencia.
Pasó después a desarrollar una actividad política y sindical desde el partido Acción Democrática, liderizando una intensa actividad honesta y con mística, siempre del lado de los obreros, en los años fundamentales que forjaron el espíritu democrático y libertario de nuestro pueblo, luchando contra la dictadura. Fue miembro del Congreso Nacional y de la Legislatura Regional.
El nombre de Ricardo Urriera fue escogido, gracias a las gestiones emprendidas por su amigo Antonio García Suárez, junto al diario "24 Horas" y Radio América, como un merecido homenaje, poco después de su muerte, para denominar a una popular urbanización del Sur de Valencia, que anteriormente se llamó "Las Babas".
Su busto en bronce está colocado en la plaza diagonal a la sede de la Cámara de Industriales de Valencia.
Bibliografía: Ricardo Urriera: Un hombre y una urbanización, del Dr. Guillermo Mujica Sevilla y artículo periodístico de Antonio García Suárez.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario